En la última sesión de la Legislatura Unicameral se vivieron momentos confusos donde nadie sabía muy bien lo que estaba ocurriendo, en el inicio de la misma, cuando todavía los legisladores se estaban acomodando en sus bancas, se anunció el pedido de licencia de un Legislador, Leonardo Limia, se votó la aceptación del pedido, y se designó al Legislador suplente, Luis Carlos Lencinas, también se explicó que quien figuraba antes en la lista de Legisladores del oficialismo, Julio Bañuelos, había declinado su participación. El desconcierto en las caras de la gran mayoría de los legisladores era absoluto, nadie sabía del tema, en realidad eran unos pocos los que estaban al tanto de lo que estaba ocurriendo, no había sido informado con anterioridad, no se trató en la reunión previa de Labor Parlamentaria y tampoco figuraba en el Orden del Día.
La rápida explicación fue que el pedido de Licencia de Limia acababa de ingresar y que era necesario darle curso; la primera reacción de la oposición fue la de sospechar una maniobra política, sin embargo el desconcierto de la mayoría de sus pares oficialistas les permitía ver que la cuestión era otra, y además, los más experimentados radicales y juecistas rápidamente advirtieron un detalle significativo, el que salía era un viguista, el que no había aceptado era un neo llaryorista y el que entraba era un delasotista de la primera hora; y peor aún, sino asumía la suplencia Lencinas el siguiente en la lista es Sergio Fittipaldi, el célebre gremialista que por ahora todos prefieren lejos.
Por eso la llegada a la Legislatura de Luis Lencinas no es un dato menor, no se trata de uno más en la lista; es un histórico dirigente delasotista con mucha experiencia, que ya fue legislador, muy conocido y con relación con toda la dirigencia peronista de la ciudad de Córdoba, que en la última elección nacional militó la candidatura a presidente de Sergio Massa y que, por todo eso llega con voz propia, al menos hacia adentro del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba.
Además, Lencinas es uno de los peronistas de Córdoba Capital que viene militando la defensa de las banderas del peronismo histórico, junto con muchos otros dirigentes de los barrios de la ciudad que insisten en sostener los valores y símbolos del PJ en el marco de una nueva época de aperturas ideológicas; y en los últimos meses fue parte de distintos encuentros de dirigentes capitalinos que buscan la reorganización de ese peronismo histórico.
Por eso la salida de Limia y la llegada de Lencinas no es un dato menor, por ahora es sólo una suplencia por treinta y cinco días, hay que aguardar cómo va a continuar esta situación imprevista.
