Que los políticos hablan por fuera de los micrófonos es una obviedad, que lo hacen entre dirigentes de distintos espacios, también; lo que a veces no se ve con tanta claridad es cómo se originan los distintos alineamientos que después se convierten en líneas internas o frentes, y acá hay unos primeros signos que ya pueden marcarse como indicativos; otra cosa, los «heridos» de la política existen acá y en la China, el secreto está en saber alinearlos.
Si bien es muy temprano y a esta altura nada es definitivo de a poco comienzan a advertirse alineamientos de dirigentes porteños con el gobernador de Córdoba Martín Llaryora que son exclusiva cosecha del sanfrancisqueño, según pudo saber Política Córdoba, o al menos así lo indican sus allegados que admiten que el gobernador «está en todas».
Hay dos casos que son más que significativos por todos sus derivados, y lo que es más destacable aún, porque son por derecha y por izquierda; uno es el de Juan Grabois, el dirigente social peronista con una gran presencia en CABA y sobre todo en el Amba, así lo demostró en la primera vuelta de la elección nacional cuando consiguió alrededor de un millón doscientos mil votos capturando el acompañamiento de una buena parte del peronismo progresista; cuentan los que dicen que saben que el diálogo entre los dos dirigentes es directo, y el dato que lo prueba es la designación de Pablo «rastas» Riveros como Director Gral de OrdenamientoTerritorial en el gobierno provincial, lider del partido verde de Córdoba y hombre de bajo perfil pero de alto despliegue en el espacio político entre el peronismo y la izquierda que le suma a Llaryora en varios sentidos, incluido el nexo con Grabois.
El otro caso es el de Carlos Maslatón,»Militante del Liberalismo Argentino» como él se autodefine, y contrapeso político importante del presidente Javier Milei con mucha ascendencia entre los dirigentes de ese espacio; como es conocido «el gordo» como le dicen sus ímtimos, es uno de los heridos de la derecha argentina en su enfrentamiento con Milei y la expectativa es que sea un faro para quienes coinciden con él desde lo ideológico pero no soportan seguir a Milei.
Además, el otro dato no menos significativo es el poder en redes sociales tanto de Grabois como de Maslatón, con centenares de miles de seguidores que pocos políticos, y comunicadores, cordobeses pueden exhibir.
«Vamos despacio y tranquilos» dicen desde el llaryorismo, ellos mismos sorprendidos por la capacidad de Martín Llaryora de esta construcción incipiente en el medio de una situación de alta conflictividad política donde el gobernador se da tiempo para hablar con quienes cree que tiene que hablar, Grabois y Maslatón no son los únicos, apenas los más visibles, o por lo menos los que por ahora vamos a nombrar; ya se consiguió la primera instalación en Buenos Aires, ahora hay que sortear esta andanada de ataques, y siempre muy atentos a las novedades porteñas, que todos los días ofrecen nuevas alternativas.
