La gestión del Intendente Daniel Passerini, próxima a cumplir un año, estuvo atravesada por constantes rumores, arreciantes por momentos, que hablaban de cambios en el gabinete municipal, de la salida de algunos funcionarios que no eran del agrado o de la confianza del Intendente para reemplazarlos por «passerinistas puros».
En realidad, todo este «ruido político» siempre tuvo más que ver con las eternas internas partidarias y sus usinas interesadas en generar esos cambios, más que en realidades, sin que esto no signifique que las internas existen.
Hoy, a once meses de gestión, de nuevo los vientos de cambios soplan con fuerza, y aunque nuevamente los supuestos funcionarios cuestionados son los mismos, en realidad siempre fueron los señalados como «llaryoristas», todo parece indicar que los cambios de gabinete tampoco llegaran ahora, al menos ya.
Sin embargo, hay otra realidad, esta sí verdadera, que es el deficiente funcionamiento de varias áreas municipales, y también la búsqueda de una solución a estas deficiencias; por eso, más allá de que probablemente no cambien los funcionarios principales, sí hay cambios en curso en segundas líneas.
Por ahora se da como seguro el cambio de cuatro direcciones de CPC, con nombres y apellidos, «que no funcionan», lo que ya ha desatado puertas adentro un intenso ruido y peor incertidumbre.
Aseguran que serían acciones de gestión, que no tendrían que ver con las internas, sin embargo nunca faltan los que creen ver brujas en todos lados