No les es fácil el futuro a las principales espadas políticas de Córdoba; Martín Llaryora y Luis Juez piensan cada movida como partida de ajedrez con el riesgo de una jugada que los deje mal posicionados pensando siempre en 2027, con el pequeño agravante para el sanfrancisqueño de que además tiene que gobernar, y bien.
Ambos casi desde el comienzo vieron la importancia de cuidar su relación con el Presidente, aunque por principios básicos ninguno de los dos se sintió afín al libertario de entrada, para Juez fue más fácil el reposicionamiento porque lo viene haciendo desde hace rato; desde la otra vereda Llaryora, de manera menos visible, tiene como principio rector el sillón de Rivadavia, que lo hace proclive a cualquier necesidad que le garantice su objetivo.
Con encuestas bajo el brazo cada uno de los líderes de la política de Córdoba ven que lo que más les conviene por ahora es estar bien con Javier Milei porque es el dueño de los votos; para Luis Juez es simple, pegarse al presidente y convencerlo de que puede ser su mejor candidato a gobernador; para Llaryora es un poco más complicado, primero necesita garantizarse su propia gobernabilidad con varios vistos buenos del libertario, luego que sus votantes no lo vean como adversario y después se verá.
Y en ese sentido los esfuerzos no tendrán limites, aunque de nuevo al gobernador de Córdoba le toca la complicada porque Milei no ayuda a dejarse querer, el tire y afloje es permanente y termina pareciendo más un juego de la oca que de ajedrez, adelanta un paso y retrocede tres, y así difícilmente llegue al objetivo.
Y la frutilla de la torta por ahora, aunque es muy temprano para hablar de postres, fue la revelación del Senador cordobés sobre su almuerzo con el presidente, dato que no hizo más que confirmarle a Llaryora que más temprano que tarde va a tener que asumirse como opositor, el problema es la manera, dilema que comienza a ser el tema principal en las usinas creativas del Panal, que últimamente vienen con varias derrotas a cuestas.
Con el relato del encuentro Luis Juez se mostró cercano y en diálogo con el presidente, dijo que lo vio bien y que hablaron de varios temas; es todo lo que necesita el cordobés por ahora, sus siguientes pasos serán levantar el perfil de enfrentamiento con el Gobernador y su proyecto marcha en piloto automático; mientras tanto Llaryora sigue con varios frentes abiertos contra el presidente que le plantean un difícil camino de confrontación y decide si romper puentes con Milei y plantarse en la pelea como líder nacional o seguir transitando el estrecho camino de la búsqueda de diálogo esperando que la imagen del presidente se caiga y así poder aparecer como el mejor opositor en la futura campaña presidencial, con resultado impredecible por el momento.