El peronismo del Departamento Punilla viene de una larga disputa interna que se dio en el marco de la conducción de Juan Schiaretti a nivel provincial y de Carlos Caserio en lo departamental, sobre todo a partir del despegue del ex Intendente de Huerta Grande, el recordado Matías Montoto, que se pasó del caserismo al schiarettismo y comenzó una brecha que después alimentaron otros dirigentes que llegaron de la ciudad de Córdoba, algunos siguen transitando la Ruta 38.
Sin embargo esas diferencias, que hasta el año pasado parecían irreconciliables, de a poco se fueron puliendo, con la llegada de Martín Llaryora al poder provincial, con el acercamiento y el diálogo con Carlos Caserio y también con los Intendentes y los dirigentes que se alinean en ese sector del peronismo punillense.
Ese sector suma varios Intendentes en el Departamento y desde ahí comenzó la construcción de una relación institucional que de a poco fue creciendo, que significó de nuevo la llegada de funcionarios provinciales a la zona, la colaboración mutua, y que hoy la mayoría coincide en definir como «muy buena».
A esto hay que agregar que además es el sector que conduce el peronismo a nivel Departamental y eso también implica un diálogo en términos políticos entre los sectores que hoy comienzan a encontrar coincidencias, si bien aún se escuchan reclamos que dicen que «hay funcionarios del gobierno provincial que no se sabe a quién responden y que buscan generar siempre el internismo», esta vez la situación es distinta a la que terminó el año pasado porque hay diálogo; y es esto lo que hace a todos tener una mirada positiva hacia el futuro, incluso ya hay quienes imaginan una próxima lista de candidatos compartida, con todo el peronismo de Punilla unido.