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Sáb 20 abril 2024
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Alberto no necesitará ‘albertismo’ en Córdoba

Mucho se ha dicho y escrito sobre el peronismo de Córdoba en los últimos meses, en particular desde la campaña para las elecciones presidenciales cuando se esperaba una alineación, que nunca llegó, de Schiaretti al peronismo nacional; a partir de allí se especuló sobre cómo será la relación del peronismo cordobés con el nbacional,si el PJ Córdoba quedaría aislado; si el Justicialismo nacional desembarcará en Córdoba; sobre que harán los peronistas cordobeses que miran con agrado a Buenos Aires; y muchos se especuló sobre qué harán y qué pasará con los kirchneristas cordobeses y con los flamantes albertistas.
Sin embargo en el peronismo de Córdoba no parecen estar muy preocupados.
«Las cosas no son como antes», dicen.
Alberto no es Cristina dicen en el schiarettismo cordobés cuando se les pregunta cómo ven su relación con el gobierno nacional y sus seguidores cordobeses.
Es que en tiempos de Cristina Presidente se habían rotos prácticamente todos los puentes, casi no había relación oficial ni partidaria, los kirchneristas de Córdoba no tenían relación con los peronistas locales.
Hoy las cosas han cambiado, las relaciones entre el gobierno nacional y el provincial son normales, los cordobeses en el gobierno de Alberto Fernández fueron parte hasta hace poco, o tienen muy buena relación, con el peronismo cordobés y todos los diálogos son fluídos y cotidianos.

Schiaretti habla con Alberto Fernández
«Alberto y ‘el Gringo’ hablan cuando quieren, no necesitan intermediarios» dicen en Córdoba, «podrá haber mil punteros y hasta alguno logrará llevar algo de agua para su molino, pero ninguno influirá en las decisiones que tomen sobre su relación Alberto Fernández y Schiaretti» amplían.

Quién es quién
«Parte en Córdoba es Kike Asbert, Kike y Schiaretti se conocen desde hace muchos años y Kike por su trayectoria no va a hacer nada que divida»
Los que conocen de cerca a Kike Asbert dicen que habla con Alberto Fernández (es su amigo personal) y que tiene un gran afecto con Juan Schiaretti, también aseguran que por estos días define su futuro personal, además Parte Córdoba también está definiendo su trabajo futuro.

«Con Caserio y su gente las cosas no están mal como dicen, hay diálogo y gestos, con algunos más que con otros», aseguran en Córdoba.
Todos coinciden en que ni Caserio, ni Saieg y mucho menos los que son funcionarios o dirigentes, van a querer romper lanzas con el schiarettismo, muchos hasta hace poco formaron parte de sus filas; y desde Córdoba es importante la relación oficial, el trabajo conjunto con los hombres de Caserio que ocupan espacios nacionales.
«Caserio no se va a ir de Córdoba» dicen y, agregan quienes entienden de la política de Córdoba, que con lo que ha crecido su espacio en 2019 no les va a alcanzar con el gobierno nacional, va a necesitar de las estructuras locales para contener a su gente, de hecho aseguran que muchos de ellos tienen actualmente espacios en la provincia o en la municipalidad.
Dicen que Caserio sabe que el único camino es el diálogo y el consenso; en los últimos tiempos diferentes gestos y diálogos en los sectores medios indican que en ese camino va la relación entre los dos sectores.

«Con los sectores sociales, el Evita y La Campora las cosas están muy bien, casi todos ya están en el gobierno de Córdoba y hay muy buen diálogo incluso a nivel nacional. El ‘Chino’ Navarro viene muy seguido a Córdoba» aseguran.
En tiempos del último gobierno kirchnerista la situación era de enfrentamiento. no había diálogo con los sectores K y hasta hubo un bloque de peronistas kirchneristas propio en la Legislatura de Córdoba, hoy las cosas cambiaron ciento ochenta grados, gente del Movimiento Evita, de La Campora y de sectores afines forman parte del gobierno provincial, sobre todo en áreas sociales y de género, también integran el equipo de Llaryora en la Municipalidad y legisladores y Concejales, antes identificados como K ahora son parte de los bloques oficialistas en la Legislatura provincial y el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
Todos ellos están buscando un lugar en el gobierno nacional, pero eso no significará un distanciamiento en la provincia.

¿Y Natalia?
¿Y Natalia De la Sota? es la gran pregunta. «Natalia está tranquila, ella sabe que con el apellido que tiene no puede hacer menos de lo que hace, pero habla con ‘el Gringo’ y al final va a hacer lo mejor para todos los peronistas cordobeses».
Natalia De la Sota es la gran incógnita por ahora, por su acercamiento con Alberto Fernández durante la campaña electoral nacional todos la imaginaron trabajando en su gobierno y alineada más al PJ nacional que al provincial, sin embargo la heredera no se fue a Buenos Aires ni tiene ningún cargo nacional, en cambio asumió su banca en la Unicameral de Córdoba y es Vicepresidenta primero, como había acordado con Schiaretti.
Quienes están cerca de ella cuentan que no tiene apuros, que conoce muy bien su legado y que lo palpa a diario cada vez que recorre cualquier barriada cordobesa, que tiene en claro que primero deberá fortalecerse en Córdoba y que recién después llegará el momento de las definiciones; por eso Natalia De la Sota tampoco es hoy una opositora para el schiarettismo de Córdoba.

Y queda una sola gran pregunta: ¿Alberto quiere y necesita una fuerza propia, un ‘albertismo’ en Córdoba?
Que Alberto necesitó un grupo propio fiel de apoyo durante la campaña no quedan dudas, si bien el Frente de Todos fue una estructura bastante homogénea se le notaron bastante las partes que lo componían, sobretodo en Córdoba, no fueron lo mismo los kirchneristas que los massistas o los alineados en otros sectores políticos y sociales que trabajaron para la fórmula Fernández-Fernández, y tampoco coincidían con los anteriores los albertistas de Parte o los Peronistas de Caserio y los Intendentes del Interior, de hecho hubieron dos o tres (y hasta cuatro) campañas diferentes para Alberto en la provincia.
La cuestión es ahora, con Alberto Fernández presidente.
Dicen que Alberto Fernández y Schiaretti hablan personalmente cuando necesitan hacerlo, también dicen que no necesitan de los multiples intermediarios que cotidianamente se autoproclaman, y también dicen que, así como Schiaretti tiene su tropa propia en el Congreso nacional, es posible que Alberto decida tener la propia en Córdoba para cuando necesite mostrar alguna fuerza; quizás lo del presidente en Córdoba no tenga el formato de agrupación o de fuerza propia pero si que conserve algunos hombres claves claramente alineados que mantengan su identidad distinta al schiarettismo local.
Lo que es seguro es que las cosas ya no son como antes, no habrá ‘albertismo’ como fue el kirchnerismo, Schiaretti y Fernández no estarán peleados, y no habrá un enfrentamiento de fuerzas de diferentes peronismos en Córdoba.
Hasta 2023 (por lo menos) las diferencias se saldarán con diálogo.

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