Son muchos los comentario en los pasillos de la política de Córdoba en relación a quién será el sucesor de Martín Llaryora en el Palacio 6 de Julio, desde el nombre de quién se quedará en la Municipalidad a partir del próximo 10 de diciembre a la manera de elegirlo y quién tomará esa decisión; comentarios, rumores, porque definiciones oficiales o en públicos nunca hubo.
Primero hay que aclarar que lo dicho tiene que ver con una definición previa que dice que es muy posible que el peronismo retenga la Intendencia de la Capital de la provincia porque las últimas encuestas conocidas así lo indican, el único candidato opositor que podría competir al oficialismo con alguna posibilidad es el radical Rodrigo De Loredo, pero este ya anunció su candidatura a Gobernador, de todos modos, aunque el joven Diputado nacional volviera sobre sus paso y decidiera postularse para Intendente de Córdoba los número hoy tampoco le son contundentes a su favor.
Volviendo al candidato del peronismo, sobre el nombre ya se ha dicho que son varios los que quieren y menos los que pueden, según la última encuesta conocida, pero no publicada, los que miden son cuatro; según todos los rumores de pasillo el duelo se dirime entre dos, Siciliano y Passerini; según los mismos pasillos esa definición se tomará en la segunda quincena de Febrero.
Queda el quién tomará la decisión y el cómo, y no son temas menores; en relación al cómo se resolverá el nombre del candidato a Intendente por Hacemos por Córdoba, al no haber una definición oficial, al haber paridad en las encuestas y al ser varios los postulantes ya se alzaron algunas voces sosteniendo que la mejor manera son las internas partidarias; se saber que hay que hacer mucha memoria para recordar cuándo el peronismo de Córdoba tuvo sus últimas internas, es un sector político que no usa mucho esa herramienta y parece preferir más el diálogo y el consenso, de hecho parece que en eso están porque, de nuevo hay que citar a los pasillos, dicen que es difícil que haya internas.
Queda la decisión de quién tomará la decisión, quién ungirá al nuevo candidato a Intendente de Córdoba; hasta ahora todo hizo suponer siempre que quién tomaría esa decisión sería Juan Schiaretti, o al menos lo más importante de la conducción provincial y de Capital del peronismo, esto es Schiaretti, Vigo y Llaryora; partiendo de la consideración de que Martín Llaryora no es nativo de Capital, de que esta ciudad ya tiene sus propias tribus y de que el propio Intendente cuando llegó al cargo dicen que dijo que no venía a meterse en la interna del PJ local siempre se dijo que él no participaría de la decisión de quién lo sucedería; además también se dijo que al ser Llaryora candidato a Gobernador, el candidato a Intendente debía ser uno «de otro palo», es decir no llaryorista, en ese sentido también hay que decir que ni Siciliano ni Passerini lo son.
La cuestión finalmente es que ahora se acaba de conocer, por trascendidos, que quien defina a su sucesor será nomás el actual Intendente Martín Llaryora, según fuentes schiarettistas, qué pasó en el medio nadie lo sabe, al menos no oficialmente, si hay un mar de especulaciones donde las más fuertes hablan de que la decisión se complicó, con varios candidatos pidiendo internas y con todos los candidatos diciendo que no se bajan, esto implica pagar un costo político hacia las bases y parece que el schiarettismo ha decidido no afrontarlo; tendrá que hacerlo Martín Llaryora, el próximo lider del peronismo de Córdoba, si gana las elecciones a gobernador.
No es una decisión fácil la que tiene el actual Intendente, dicen que él tiene su preferido del corazón, pero también dicen que distintas especulaciones políticas lo hacen dudar, y acá aparece un elemento definitorio, Miguel Siciliano, su poderoso Secretario de Gobierno y Gestión General de Gabinete ha dicho que no se baja y que quiere internas, y que si se elige candidato por otro método tendrán que demostrarle que es mejor que él para encargarse de la continuidad de la gestión Martín Llaryora, que tendrán que mostrarles encuestas que digan que otro candidato lo supera en más de diez puntos de preferencia de voto (ninguna encuesta conocida dice eso en la actualidad); y además Siciliano ha dicho que se considera el mejor candidato y está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para sostener su candidatura; Daniel Passerini aún no se ha expresado sobre el tema, al menos públicamente.
No es fácil la decisión de Llaryora, lo llamativo es que por primera vez en esta historia que ya lleva meses el schiarettismo se declaró prescindente y le pateó la pelota al campo del actual intendente, un cambio inesperado y significativo; el candidato a gobernador es conocido por su capacidad analítica y de diálogo, habrá que ver que decide en este caso.