El debate por la re re elección de Intendentes en Córdoba parece que tiene más peso en la legislatura que en las propias intendencias municipales y Comunas de la provincia, es más, parece más un tema de viejas generaciones que de las nuevas y, como lo dijimos en Política Córdoba a comienzos de Diciembre, tampoco estaría en las cuestiones prioritarias de Juan Schiaretti que, por los proyectos nacionales, las elecciones de 2023 en el tramo provincial y municipal y los contextos que acompañan todo esto, no tiene demasiado interés en encarar un tema que preocupa mucho a otros pero no tanto a él.
Como decíamos en diciembre, «la discusión por la modificación de la ley 10406 que reformó el Código Electoral provincial en 2016, o encontrar algún mecanismo para ponerla en suspenso, es un deseo más de algunos legisladores», y son estos los que, con más llegada a los medios de comunicación que la mayoría de los Intendentes del interior generan un ruido importante sobre un tema que les importa más a ellos porque tiene que ver con su propia supervivencia, lo contrario es que varios de ellos desaparecerían junto con la reelección indefinida porque serían superados por las nuevas generaciones, que es lo que va a terminar pasando de todos modos.
La realidad hasta ahora indica que en el ámbito natural de los Intendentes, que es la Mesa Provincia Municipios, ese reclamo no se ha hecho escuchar, no es la preocupación primera ni la más importante de los intendentes que llegan preocupados por sus necesidades de gestión y cómo resolver las cuestiones más coyunturales de sus representados; por supuesto que es una inquietud política de algunos pero no la principal, entre los Intendentes y Jefes Comunales no son pocos los que se quieren volver a su casa al final del mandato, no son pocos los que no tienen ninguna intención de seguir en su Municipalidad y tienen otras expectativas, como la de ser legisladores o funcionarios provinciales (y ahí está el problema de viejos legisladores que ven amenazado su actual dominio), y sí son muchos los que entienden a la alternancia cómo la necesaria y nueva forma de hacer política, con inteligencia.
Lo que sí dicen muchos Intendentes y Jefes Comunales es que la pandemia y la indiferencia ciudadana hacia la política y la cosa pública son temas que dificultan el normal desarrollo político y cívico, y este sí quizás sea un tema más atendible a la hora de plantear sinceramente la necesidad de encontrar una solución a una posible continuidad, acotada, de los actuales mandatarios municipales y comunales.
Esto quiere decir que posiblemente esa opción, la de hacer una excepción en el articulado de la ley 10406 que ahora algunos quieren modificar, para permitir que, por única y última vez los actuales intendentes con dos mandatos puedan repetir, sea la más adecuada para todos.
Y quiere decir también que más que debatirse en la Mesa Provincia Municipios deberá ser en la Legislatura provincial donde se encuentre la mejor redacción para terminar con este tema, dándoles un aire de cuatro años a todos para que se puedan organizar definitivamente.
