En busca de recomponer el poder adquisitivo de los empleados, deteriorado por los altos índices de inflación, el Gobierno nacional define esta semana un aumento salarial a trabajadores públicos y privados que oscilaría entre 6 y 9 mil pesos, a cuenta de futuros aumentos.
El monto de la mejora salarial para los trabajadores privados dependerá de las capacidades de cada sector mientras que para los empleados de la administración pública tendría carácter remunerativo; se cobraría de una sola vez en febrero, con el sueldo de enero.
El incremento quedaría eximido del pago de aportes y contribuciones patronales, pero sí aportaría a ítems como aguinaldo, indemnizaciones y vacaciones.
El aumento no se superpondrá con los incrementos pendientes que hubiesen negociado las organizaciones sindicales para los primeros meses de 2020.