Si bien el Gobernador electo Martín Llaryora se tomó unos días para compartir con su familia, lo cierto es que más que de descanso estas jornadas también sirven para poner distancia y espacio para la reflexión en el armado del nuevo gobierno que encabezará a partir del 10 de diciembre.
En realidad en los días previos a su partida mantuvo un calendario de sucesivas reuniones con las distintos áreas y sectores, avanzando en la proyección de lo que será la gestión, definiendo los pilares principales y dejando líneas de trabajo para comenzar a poner en marcha los preparativos de lo que será su plan de gobierno.
Más allá de los nombres, ya algunos trascendieron y se dieron a conocer acá y en otros medios, la realidad es que Llaryora sabe con quienes cuenta y cómo moverá esas fichas; con la salvedad de que aún faltan terminar algunas negociaciones para definir nombres y también algunas definiciones electorales en el interior de la provincia que, según los resultados, también aportarán decisiones.
Martín Llaryora tiene en claro su primera prioridad, la gestión, ahí radica el éxito de todo lo que pueda ocurrir en el futuro; por esa razón todos sus funcionarios serán aquellos que garanticen un excelente gobierno, y por eso quizás no todos sean políticos, quizás no todos los principales cargos estén ocupados por la primera línea de sus principales colaboradores hasta aquí, pero si todos deberán ser los mejores en sus áreas.
Otro de los puntos que queda claro en lo avanzado hasta ahora, es que cuando se hace mención al proyecto de lo que viene con el comienzo del mandato se refiere también a la gestión de Daniel Passerini en la Intendencia de la ciudad y a todo lo que se desarrollé en la legislatura provincial, nada quedará librado al azar y será previamente organizado; cuando se piensa en una excelente gestión de Martín Llaryora también se refiere a la gestión de Passerini en la Municipalidad y en la Unicameral como una unidad, un mismo equipo que trabaja en un mismo objetivo, con la búsqueda de logros y de futuro en equipo.
Sin embargo, aún con la claridad de conceptos de quienes están conduciendo el armado para todo lo que se aproxima, las urgencias de alguna dirigencia política intermedia, y también de algún periodismo ansioso, van a generar desde acá y hasta el 10 de diciembre una danza de nombres y supuestas designaciones que no siempre se corresponderán con lo que finalmente va a ocurrir.
Si es cierto que hay algunos nombres y puestos que marcan expectativas más que otros, a estas alturas muchos en la política de Córdoba, y en el periodismo, se preguntan y quieren conocer qué roles cumplirán dirigentes como Juan Manuel Cid, Miguel Siciliano, algunos de los dirigentes de la conducción local del peronismo cordobés, quiénes ocuparán lugares claves como el actual Ministerio de gobierno provincial, o la Secretaría de gobierno municipal, y que alcances tendrán esas áreas.
Esas son las primeras definiciones que Llaryora y Passerini ya tienen resueltas; por ahora no habrán anuncios, faltan varias instancias políticas a resolver, a nivel nacional y provincial, además hay un gobierno en vigencia que tiene que terminar su gestión de la mejor manera; lo cierto es que van a estar todos, porque esa es otra de las grandes definiciones, deben estar todos porque es la manera de garantizar que todos aporten y que nadie reste.
El quiénes y cómo se conocerá el 10 de diciembre, esto no es para ansiosos.
Daniel Ponce

