Todos son rumores, todas son «operaciones», todos son «globos de ensayo», según el sector que acerca un dato «el candidato para Intendente que va a apoyar Martín Llaryora es…»; pero nada hay en concreto.
La realidad es que el recambio generacional si está llegando al peronismo de la ciudad de Córdoba de manera notable, los viejos «caudillos» de seccional ya no son lo que fueron, unos pocos lograron superar los límites de sus históricas zonas de influencia mientras el resto comienza a caer en el ostracismo y a quedar en la historia y el recuerdo de otras épocas; hoy a los barrios de la ciudad los recorren todos, además de que las formas de hacer política han cambiado, la Unidad Básica es parte de los viejos recuerdos y en cambio son otros sectores sociales los que reúnen voluntades e iniciativa, además de la penetración de las nuevas tecnologías que no respetan territorios ni caciques.
Lo concreto es que aquellos viejos planos de la ciudad con divisiones por seccional y los nombres de los dirigentes de cada una están caducos, son muy pocas las que se mantienen alineadas y hoy nuevos dirigentes sociales y jóvenes con iniciativa escuchan lo que tienen para proponer los principales dirigentes, lo que lleva a una continuidad de reuniones y encuentros organizados por Secretarios y directores de los niveles medios del gobierno de la provincia y de la municipalidad, en una especie de puja por sumar esos sectores a nuevos armados.
Para ponerlo en nombres, por estos días en los barrios de Córdoba se suceden los dirigentes que llegan en nombre de García Aresca, de Vigo, de Siciliano, del Intendente Passerini; y también, en el marco de Hacemos Unidos por Córdoba, del Vice Intendente Javier Pretto y de la Vice Gboernadora Myrian Prunotto; todos aseguan que su dirigente será el elegido por Martín Llaryora para 2027 pero la realidad es que esa fecha todavía es lejana.
Es tiempo del juego interno, eso no significa rivalidades ni enconos más allá de alguno de coyuntura, lo más seguro es que al final terminen todos juntos y alineados tras la candidatura oficial, como ocurrió en 2023.