Finalmente todo indica que los candidatos a Intendente en la ciudad de Río Cuarto van a ser cuatro o cinco en las elecciones que se realizarán casi seguro en los últimos días del mes de junio de este año.
El Intendente Juan Manuel Llamosas, con el que nadie se quiere sacar una foto, se queda sin tiempo para la convocatoria electoral, mientras siguen los armados de los distintos sectores, y lo que antes se preanunciaba como una disputa entre dos sectores, el actual oficialismo y la actual oposición, cada vez tiene más anotados.
En el turf se dice final de bandera verde cuando a simple vista no se logra ver quién ganó la carrera y hay que recurrir a imágenes para definirlo, algo así como una VAR; lo mismo ocurrirá en la elección para la Intendencia de Río Cuarto, hasta hace poco, con el peronismo dividido el radical Parodi era el más seguro ganador, pero ante la aparición de posibles nuevas postulaciones ya nada es seguro.
Un escenario atomizado muestra al peronismo dividido entre el candidato oficialista, Guillermo De Rivas; y una candidata opositora interna, Adriana Nazario; pero tampoco la oposición logra ponerse de acuerdo, al radical Gonzalo Parodi se le suma el histórico Gabriel Abrile, aupado por quienes no confían en el ganador de la interna de la UCR y por otros sectores afines; y también suena cada vez con más fuerza la presentación del candidato de La Libertad Avanza, Mario Lamberghini.
Si el peronismo va dividido pierde, pero nadie va a convencer a Nazario de desistir, algo ilógico si es la que mejor mide y a De Rivas sigue sin ayudarle su desconocimiento; pero la misma fórmula aplica para la oposición, si va dividida le va a resultar muy difícil ganar, Parodi es el preferido pero Abrile le resta votos y Lamberghini se lleva los libertarios, que son muchos.
El panorama es tan simple como eso, y la carrera se larga en los próximos días, Guillermo De Rivas sólo tiene el apoyo de Llamosas, pero este está tan desacreditado que ni el propio candidato se quiere sacar fotos con él, y la bendición de Martín Llaryora tarda en llegar; algunos dicen que al final Nazario negociará y se bajará, eso era más posible antes de la división de la oposición; y precisamente en la vereda de enfrente pasa lo mismo, todos buscan una bendición de Buenos Aires que resuelva una sola candidatura pero será muy difícil.
La campaña será dura y descarnada, con final incierto.
