Mientras en la ciudad de Córdoba sigue arrancando, lento pero sin pausa todas las carreras hacia adentro de hacemos Unidos por Córdoba para suceder a Daniel Passerini en la Municipalidad, el Intendente hace ingentes esfuerzos por tratar de bajar los ruidos internos que constantemente hablan de internas de disputas de poder en Capital y que lo debilitan.
El método de Passerini no es la confrontación, su construcción de poder siempre fue silenciosa y en la super estructura, y no le gusta presentar frentes de batalla públicamente, por eso trata de blindar de manera vikinga para que no trasciendan las discusiones internas que continuamente mantiene con el viguismo, el delasotismo y el llaryorismo para mantener el equilibrio que no le reste poder y le permita llevar la gestión a buen puerto hasta 2027.
El Intendente de la ciudad de Córdoba sabe que ha logrado mucho hasta ahora y eso lo entusiasma para ir por más, por eso sus próximos objetivos son la vice gobernación de la provincia, cargo que reclamará casi como una consecuencia natural de su trayectoria, aunque sabe que también otros lo quieren y que dependerá de varias variantes; siempre desde la perspectiva prácticamente cerrada de que martín Llaryora irá por un segundo mandato como gobernador en 2027.
Y como Passerini buscará los máximos títulos que pueda lograr en 2027, su expectativa también apunta a que si no es vice gobernador el otro gran lugar para la política de Córdoba será la banca en el Senado de la nación que por entonces deberá dejar Alejandra Vigo, sabiendo también que será el otro cargo muy disputado.
Por eso, el principal logro que el intendente capitalino busca conservar por estos días es evitar cualquier escándalo interno o externo y lograr mostrar una buena gestión que lo terminen de instalar como buen candidato en 2027.
