Con otras palabras, más vulgares, describen los asistentes a la asamblea del Soelsac, el Sindicato Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba, la decisión anunciada por Sergio Fittipaldi, de posponer la resolución de la asamblea, que había sido convocada para la integración de la Junta Electoral que deberá llamar a elecciones en el gremio; según palabras del dirigente gremial, la decisión se tomó ante «la situación de que no podemos definir quién gana la asamblea, les vamos a comunicar la nueva fecha».
La controvertida situación tiene que ver con la ya larga disputa que mantienen el sector del oficialismo gremial, encabezado por Fittipaldi, con el espacio opositor denominado Mas Soelsac, que es apadrinado por el dirigente Franco Saillen del gremio Surrbac.
Previamente se sucedían en redes sociales las quejas por las injustas condiciones laborales de los trabajadores de empresas de limpieza de Córdoba y se adjudicaba la responsabilidad a la conducción del gremio que los representa; a partir de la aparición de Saillen se desató una disputa que fue creciendo al punto de generar sucesivos enfrentamientos violentos a medida que se acercaba el tiempo para definir la convocatoria a elecciones para el cambio de autoridades gremiales.
El punto culminante de estos enfrentamientos ocurrió hace aproximadamente un mes, con el ataque a tiros de una asamblea gremial en un club de barrio Yapeyú, donde falleció una mujer, hecho que investiga la justicia sin que todavía haya novedades y que ambos sectores le adjudicaron al contrario.
Esta es la segunda ocasión en la que se suspende la asamblea que debe elegir a los integrantes de la Junta electoral que convoque a elecciones en el gremio, instancia que las dos facciones se esmeran en ganar porque es la que con sus definiciones definirá en buena parte el resultado electoral.
La primera asamblea frustrada había sido convocada a pocos días del fallecimiento de la mujer asesinada, y debía tener lugar en un club de barrio Arguello, que regentea Sergio Fittipaldi, el titular del Soelsac, ante la claridad de la situación de violencia que enmarcaba a la convocatoria el Ministerio de Trabajo de la nación suspendió esa instancia gremial que se trasladó para esta jornada, en un club de Villa Allende, y bajo un muy fuerte operativo de seguridad montado por la policía de Córdoba.
El principal inconveniente que presenta la resolución que debe tomar la asamblea es que el voto debe ser a mano alzada, lo cual potencia situaciones de violencia ya que los afiliados aseguran que con ese método es fácil identificar cada voto y que temen represalias por eso; pero además el otro inconveniente tiene que ver con que en una situación de paridad resulta muy complicado dilucidar quién es el ganador.
Por esta razón no fue posible determinar cuál de los dos sectores se había impuesto en la asamblea y se definió la postergación de la misma, sin fecha. Sin expresiones de los observadores del Ministerio de Trabajo ni del oficialismo, desde el sector de Mas Soelsac denunciaron irregularidades y se adjudicaron el triunfo: «Hemos demostrado en esta asamblea que fuimos la inmensa mayoría, ganamos la elección, esperamos resolución de Ministerio de Trabajo de la Nación», manifestó Franco Saillen.
