La ciudad de Villa Dolores, la más importante de Traslasierra, no para de dar novedades en los últimos días, y todas para disgusto de los villadolorenses, nadie quiere a los tes principales candidatos. a la ya autoproclamada, al auto aclamado y a la que todavía no se ha nominado.
Más allá de que la oferta electoral de la cabecera del Departamento San Javier será variada, las tres propuestas que seguramente acapararán la atención de los votantes van causando disgusto a medida que van haciendo su aparición; la primera en formalizar su candidatura a Intendenta fue Cristina Vidal, la esposa del ex Legislador Oscar González y titular del Centro Cívico del Oeste; la sorpresa fue que lo haga por Hacemos por Córdoba y que diga «me lo pidió Martín Llaryora»; la segunda candidatura, y que también generó toda suerte de comentarios, fue la de Juan Pereyra, el padre de la actual Intendenta, ex Intendente de la ciudad, que estaba retirado y que bajo la consigna «Juan vuelve» apareció en las redes sociales auto proponiéndose y promoviendo el encuentro «con otros espacios políticos»; la tercera gran candidata, de la que todavía no se conoce el nombre, será quién designe la Intendenta Gloria Pereyra como su sucesora.
Lo cierto es que aunque suene contradictorio, los tres principales candidatos que tendrán los vecinos de Villa Dolores el próximo 11 de Junio para elegir como Intendente, hasta ahora han generado más enojos que otra cosa; quizás la más cuestionada es la candidatura de Cristina Vidal, muy resistida por los vecinos de su ciudad, más aún luego del incidente automovilístico de su esposo Oscar González; tan resistida que apenas conocido su anuncio por redes sociales comenzó a organizarse, a través d mensajes en los medios de comunicación locales y de grupos de WhatsApp, una resistencia a la misma que incluía expresiones en su contra cuando se realice alguna presentación pública; pero además aseguran que lo que más molestó, sobre todo en el peronismo de la zona, es que Vidal sea la candidata de Hacemos por Córdoba y que ella misma haya expresado que «se lo pidió Martín Llaryora», y la molestia llegó al punto de que el Jefe Comunal de Luyaba, asegurando hablar en nombre de «varios jefes comunales», «evalúan no apoyar a Hacemos por Córdoba en las elecciones».
La auto proclamación de Juan Pereyra más que enojo lo que causó es asombro, nadie lo tenía en cuenta entre los posibles candidatos y su aparición, seguida de un supuesto operativo clamor para que vuelva a ser Intendente, generó sorpresa en los villadolorenses que ya no lo consideran seriamente como candidato; sin embargo el ex Intendente ha dejado muchos recuerdos en la ciudad luego de sus gestiones hace más de quince años y hay quienes dicen que no hay que descartar sus posibilidades.
El capítulo Gloria Pereyra también deja motivo para el asombro por los vaivenes que va tomando su espacio; ante la imposibilidad de re reelección la actual Intendenta deberá designar un/a sucesor/a para que continúe su sector en el poder, la primera opción, la de concurrir a las urnas con un sello vecinal les indicaba que perdía mucha fuerza como propuesta, luego se dejó trascender que existía la posibilidad de integrar su espacio al de Hacemos por Córdoba y finalmente, en los últimos días anunció que en realidad serán la propuesta de Juntos por el Cambio en Villa Dolores, una coalición que tampoco contará, como ocurrirá en varias ciudades cordobesas, con la participación del PRO, de Mauricio Macri.
Sin dudas que se trata de una elección bisagra para Villa Dolores así como para todo Traslasierras, una zona de la provincia que contó durante cuarenta años con un dirigente político muy fuerte, Oscar González, protagonista excluyente de toda la vida política de esa parte de la provincia, y que ya comienza a despedirse de la política activa; una despedida en muchos aspectos forzada y resistida que hace que los cambios que deberán llegar a la zona no sean fáciles y que en estos comicios marcarán sin dudas una importante confusión en los villadolorenses; los próximos días darán mejores datos de cuál es el humor popular ante el complicado panorama electoral que se aproxima.
