El acto que el peronismo celebró anoche en el club Las Flores, en el sur de la ciudad de Córdoba, parece haber marcado un antes y un después para el peronismo de la ciudad en esta campaña electoral que está comenzando, todos los dirigentes presentes coincidieron en la emoción que sintieron de manera compartida, transmitida por la misma gente que, según aseguraron los organizadores superó todas las expectativas desbordando las instalaciones del histórico club de esa zona.
El título de este artículo hace alusión precisamente a lo que los propios convocantes expresaban de manera muy sentida, arriba y abajo del escenario que los reunió, «se volvió la mística del peronismo, a la alegría y a la energía que brotaba, con mucha emoción», decía Diego Casado, el principal convocante del acto, en diálogo con Política Córdoba.
También Ignacio García Aresca lo expresaba desde arriba del escenario, visiblemente emocionado «quiero agradecerle a todos ustedes por la emoción que transmiten, si no fuera por ustedes este acto no sería igual».
Y finalmente Juan Manuel Cid, uno de los hombres más cercanos a Martín Llaryora, que acompaña al candidato desde sus comienzos en la política y que tiene muchas campañas recorridas, también con emoción destacaba a este acto como una «misa peronista», decía, «esta es una noche muy especial» y agradecía a los presentes por el emotivo acompañamiento»
Con palabras, pero también con gestos, mientras las trompetas hacían sonar los acordes de La Marcha Peronista en cada momento en que la gente cortaba los discursos para aplaudir, los presentes demostraban claramente que no era un acto más, que no era una noche más, como dijeron ante los micrófonos y fuera de ellos Diego Casado, Daniel Passerini, Ignacio García Aresca y el propio Juan Manuel Cid, este acto fue diferente, acá no se vio apatía, no se vio parsimonia, en cambio se vio compromiso, entusiasmo, participación, valores que en los últimos tiempos, en los últimos años habría que decir, no eran tan fácil de apreciar en un acto político, sea del signo que sea, pero particularmente no se veían en los actos peronistas, un partido que viene precedido de una historia precisamente de compromiso, de lealtades, que son parte de su vocabulario cotidiano pero que no se encontraban en la cara de la gente; anoche si, fue un acto diferente, y se puede afirmar sin temor a equivocarse que si este tipo de actos se repiten, efectivamente habrá vuelto «la mística peronista».
«Les quiero decir a todos, y en especial a Diego, la lealtad y los gestos en la política se contemplan, se valoran, se reflexionan y van a ser reconocidos por el peronismo de Córdoba», con estas palabras cerraba su participación Juan Manuel Cid, uno de los hombres protagonistas del llaryorismo, y que expresa cabalmente el sentimiento de este espacio del peronismo que está dando sus pasos hacia el gobierno provincial.
