«Estoy armando mi autito para el año que viene, yo me anoto en la carrera, después veremos a qué escudería me quedo» fue una de las primeras expresiones que llegaron a la redacción de Política Córdoba apenas superada la mitad del 2022, a priori sonaba gracioso y no se entendía muy bien el giro idiomático, con el tiempo y la reiteración de la metáfora del «autito» las cosas comenzaron a tener sentido.
Como dicen los que transitan los pasillos del peronismo de la ciudad de Córdoba la figura tiene que ver con que todos imaginan una gran carrera por la Intendencia de la ciudad que podrá ganar uno sólo pero en la que están habilitados para participar todos los que se sientan capaces, y eso habilita a que más de uno, al que los otros no ven como posible candidato, se anote «y después ve».
Además este divertido juego de palabras, que también habla de escuderías, da cuenta de que una carrera puede tener muchos participantes pero que posiblemente sean pocos los que tengan la oportunidad real de llegar primero a la meta, lo que no significa que los otros competidores no jueguen también su rol, quizás no de alcanzar el primer puesto pero si el podio, segundos o terceros, e indirectamente, o no tanto, colaborar con el que finalmente se alce con el triunfo.
Cuando este juego de los autitos comenzó había quiénes decían: «pero mirá que hay uno que corre con el caballo del comisario», otros agregaban, «mirá que hay otro que corre con grandes rodados» y otros que alertaban por los que llegaban con muchos amigos o prestigios familiares; sin embargo al final salieron todos, cada uno con su autito, y ya se cuentan por decenas los competidores, también hay que decir que a esta altura de la carrera empiezan a notarse aciertos y errores, los que salieron a la pista demasiado temprano, los que todavía no logran «armar el autito», problemas de combustible, de quipo y otras falencias; parece que ya nadie le teme a los que a priori aparecían como favoritos, «¿te diste cuenta que el que tiene la Ferrari en la luneta tiene escrito un gran NO?» no se quién se lo puso pero lo tiene», comentan; «hay un sólo gran problema» dicen otros, «esto es una carrera de andariveles, y hay algunos que no los respetan, se cruzan adelante, eso puede causar choques, accidentes, cualquier desastre», completan.
En esta carrera hay muchos, muchos, con autos pequeños que también están en pista, «en esta carrera hay lugar para todos» aseguran, «al fin y al cabo en una escudería hace falta un ganador pero también alguien que pilotee los otros autos del equipo, y de última algún lugar como mecánico siempre habrá».
Dejando de lado esta figura tan simpática, los últimos números que se conocen por el Panal y el Palacio 6 de Julio tiene a todos muy conformes, parece que la táctica de «que hagan músculo» (otra divertida metáfora), o de «que cada uno juegue con su autito», está dando buenos resultados, por eso la idea es que todo siga así hasta febrero, o quizás marzo, a veces tensando un poco de más el escenario, a veces con una charla técnica para ordenar a la tropa para que no se desmadre, pero en todos los casos con todos muy activos y atentos, lo cual será más que bueno para el resultado final.
Como dato de cierre podría contarse que algunos competidores se conforman con un segundo lugar, y corren para eso desde el principio, y que hay varios a los que les da lo mismo «aquí que allá», pero todo eso será motivo de otra columna de opinión.
