Intendentes de todos los colores políticos terminaron muy enojados luego de la última sesión de la Legislatura de Córdoba donde finalmente no salió la modificación a la Ley Electoral provincial para que los Legisladores, Intendentes y Presidentes de Comuna de Córdoba que cumplen su segundo o más mandatos no puedan re reelegir.
Apenas finalizado se conoció un crítico documento donde los mandatarios locales expresan, dicen que son 250, que van a analizar que acciones toman en contra de quienes no les hicieron posible su reclamo, y apuntan directamente contra el Gobernador de Córdoba y los candidatos a suceder a Juan Schiaretti de las dos fuerzas mayoritarias, es más, se dijo, entre las posibilidades que analizan, tomar medidas que van desde presentar una fuerza propia para las elecciones a gobernador, hasta la de adelantar las elecciones en cada una de sus localidades y no acompañar en la campaña para la gobernación, la otra medida que se contempla es la de «cerrar» cada una de las localidades y que lo candidatos no puedan llegar a hacer proselitismo.
Lo cierto es que más allá de las insinuaciones, tanto en la dirigencia de Hacemos por Córdoba como en Juntos por el Cambio, descreen de la capacidad de los Intendentes para tomar medidas en conjunto y decisiones rupturistas, tanto peronistas como radicales aseguran que la mayoría de los mandatarios locales se quedarán en sus partidos de origen, y tampoco le temen a la «ambulancia» de Luis Juez.
«Hubiéramos necesitado un Salvi para organizar y capitalizar el descontento, un Intendente con experiencia, convicciones firmes y sin temores a la hora de enfrentar al poder» dijeron algunos de los Intendentes más experimentados luego de la frustrada gestión del miércoles; aluden al Intendente de Villa Ascasubi, un hombre del peronismo que en su momento se atrevió a desafiar a Unión por Córdoba y plantar un bloque de legisladores en la Legislatura de la provincia,
