«Martín vuelve de Estados Unidos con el nombre del candidato», «la decisión está entre estos dos», «esta es la fórmula que deja conforme a todos», «Yo no me bajo», «Yo no me bajo», «Yo no me bajo»; algunos de los comentarios que llegan a la redacción de Política Córdoba en relación a quién será el candidato a Intendente de Hacemos por Córdoba en 2023.
En realidad la gran cuestión, más que quién es cómo; el gran tema en relación a la definición del candidato a Intendente del peronismo en la ciudad de Córdoba es cómo se va a definir.
Son varios los candidatos que tiene el peronismo, dos los principales, los que mejor «miden», otros sobre los que los conocedores recomiendan, «no lo hagas pobres», otros los que aseguran «yo no me bajo» y finalmente otros que piden, «a mi no me suban»; claramente en ese lote destacan Miguel Siciliano y Daniel Passerini, los dos dirigentes más mencionados en los pasillos peronistas, sin embargo siguen Héctor «el Pichi» Campana, Marcelo Rodio y la mismísima Alejandra Vigo, en esta lista faltan los «a mi no me suban pero no me disgusta que me nombren, que en realidad tienen más que ver con el segundo nombre de la nominación, el candidato a Viceintendente por Hacemos por Córdoba para 2023.
No hay tiempo para internas, en realidad depende de cuándo sean las elecciones en la ciudad de Córdoba, pero si como piensan oficialismo y oposición, la fecha más probable ronda en torno a abril o mayo del año que viene entonces los candidatos deberían estar designados en febrero de 2023, es decir, no hay tiempo para internas.
Quién representa mejor a los peronistas de capital, quién conviene más, a quién quieren más, qué se valorara para decidir quién representará mejor al peronismo de la ciudad de Córdoba, cuál será el valor que será considerado más importante para decidir el candidato, que condiciones deberá reunir el peronista que finalmente sea elegido.
Y en este punto entra en consideración un factor no menor a la hora de definir el nombre del candidato a Intendente, quién lo va a acompañar; algunos creen que en la integración de la fórmula puede estar la solución y citan posibles duplas con mayor o menor peso, sobre todo hacia adentro del peronismo, y en algunos casos considerando el impacto en el votante promedio. Pero la duda es si alcanzará para conformar a todos.
«Continuidad» parece ser la palabra, quién mejor garantice esa opción, entendiendo como tal que el elegido tiene que ser el que para los cordobeses sea el más fiel representante de la gestión de Martín Llaryora será el candidato, y entonces de nuevo la pregunta, cuál de los nombrados arriba reunirá mejor ese requisito.
Independiente, llaryorista, delasotista, viguista son los sectores internos de dónde saldrá la candidatura; con territorio, con experiencia, dialoguista, «rosquero» son algunas de las características de los actuales posibles candidatos.
Faltan tres meses, «difícil que el nombre salga antes», «ya empieza el mundial y después viene fin de año» son algunas de las respuestas que Política Córdoba recibió del entorno de Martín Llaryora; «Músculo hasta tres meses antes» fue la más contundente.
En el medio también hay subjetividades, simpatías y viejos rencores, de eso también se nutre la política cordobesa, y no jugarán un rol menor en el momento de las definiciones.
