En los primeros días de Noviembre se hará oficial, o semioficial, pero lo más importante, es que será por aclamación como corresponde en el justicialismo, la confirmación de Martín Llaryora como candidato a Gobernador de la provincia de Córdoba por Hacemos por Córdoba, es el único candidato a Gobernador que tiene la alianza conducida por el peronismo cordobés y nadie duda ni discute eso, y si alguien lo hacía, hasta acá llegó, expresado por el actual gobernador Juan Schiaretti y rubricado con la presencia de todas las autoridades partidarias y referentes peronistas de la provincia, Llaryora quedará consagrado como el candidato peronista para ser el próximo gobernador de Córdoba.
Ahora la cuestión es para abajo, y más puntualmente qué pasa con el candidato a Intendente de la ciudad de Córdoba, porque nada se ha anunciado, ni se hará por ahora, de manera oficial o extraoficial, pero el peronismo de Córdoba necesita resolver ese tema porque es la otra de las grandes definiciones que necesita Hacemos por Córdoba para tener a todos sus jugadores en cancha jugando, ordenadamente, el partido del resto de sus vidas, o al menos de los próximos años.
Sin embargo hasta ahora no hay ninguna información oficial, ni tampoco trascendido, que confirme quién será el candidato peronista a suceder a Martín Llaryora en la Municipalidad de Córdoba; si se repasan los nombres y las versiones de quiénes podrían ser candidatos a Intendentes de Hacemos por Córdoba la lista ya llega aproximadamente a diez, la realidad indica que sólo hay dos que en las mediciones suman posibilidades reales de serlo, Miguel Siciliano y Daniel Passerini.
Hace unos días se publicó en Política Córdoba la actualización del panorama con las nuevas versiones de que había que sumar a Raúl La Cava y Héctor Pichi Campana a la lista de posibles candidato a Intendente de la ciudad de Córdoba, el jueves llegó la versión de que Juan Manuel Rufeil podría ser candidato a Viceintendente, y si se cuenta desde el año pasado la lista realmente llega alrededor de diez aspirantes a suceder a Martín Llaryora, y quizás supere la decena.
En esta etapa son dos las cuestiones a definir para decidir quién será el candidato; primero y principal quién reúne en las encuestas el mayor conocimiento público; y la más difícil, quién cuenta con el beneplácito de los principales dirigentes del peronismo cordobés, Juan Schiaretti, Alejandra Vigo y Martín Llaryora; al final se podría agregar quién reúne mayor consenso entre los peronistas de Córdoba Capital; la respuesta a las tres preguntas es que no hay uno sólo porque Siciliano y Passerini son los peronistas que mejor miden entre los posibles candidatos, y porque, según dicen, ambos cuentan con algún apoyo, restaría saber qué piensa la militancia peronista de Córdoba Capital.
Acá habría que hacer una salvedad para evitar confusiones, y es la de que Alejandra Vigo y Natalia De La Sota son las dos mujeres del peronismo que están muy bien conceptuadas entre los cordobeses, sin embargo quienes mantienen un diálogo diario con ellas dicen que la Intendencia de la ciudad de Córdoba no estaría entre sus objetivos; hablando de mujeres de Capital, Victoria Flores también mide, pero no alcanza a Siciliano y Passerini.
Otra salvedad necesaria dice que más allá de las mediciones difícilmente pueda ser candidato a la Municipalidad de Córdoba un llaryorista puro, razón por la cual Siciliano y Passerini, ninguno de los dos lo es, son los candidatos que mejor miden y que más condiciones reúnen.
Fue menos simple de lo que se esperaba llegar a la unanimidad de Martín Llaryora Gobernador 2023, más complicado que eso parece ser la definición Capital, pero tan necesaria como la del candidato a Gobernador, y no es poco lo que está en juego; en primer lugar el acompañamiento monolítico de Capital a la campaña para la gobernación, algo de lo que nadie duda; en segundo lugar la fortaleza de la convicción de que el elegido sea el candidato de todos, enfrentar a la oposición no será sencillo y la militancia necesita más que orden para acompañar con fervor, después de todo al peronismo le costó muchos años recuperar la ciudad de Córdoba y nadie quiere perderla, pero también quieren saber que el elegido sea el de todos.
