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Jue 28 marzo 2024
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De Loredo se equivocó, «Fue por lana y salió esquilado»

«Fue por lana y salió esquilado (o trasquilado)» decía la gente de antes, es una expresión que proviene del Quijote de la Mancha y hace referencia a que a veces no se obtiene lo que se espera; y bien podría aplicarse al Diputado nacional Rodrigo De Loredo, el joven maravilla del radicalismo de Córdoba que aparentemente será el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, superando las pretensiones de Luis Juez; es que De Loredo, en su rol de dirigente principal, quiso aprovechar el aumento del boleto en la ciudad de Córdoba para criticar al peronismo, y a su oponente Martín Llaryora, y recibió una muy categórica respuesta del titular del Bloque de Concejales de Hacemos por Córdoba, Marcos Vázquez, que le dejó la convicción de que ese no era el camino.

Y es que efectivamente Rodrigo De Loredo es el joven maravilla, «la joya», que tiene el radicalismo cordobés para superar triunfante la interna con sus socios y además para tener buenas expectativas de futuro, el ahora Diputado nacional viene demostrando sus condiciones desde sus tiempos en la Legislatura provincial, cuando todavía estaba en el histórico recinto del centro de la ciudad, con una sólida formación y una excelente capacidad de expresión, pero precisamente por esas condiciones es que en esta ocasión se equivocó.

Parece que De Loredo quiso jugar a lo Juez, a lo Luis Juez, eligiendo una confrontación frontal para la que no está preparado pero además donde es previsible que pierda; en primer lugar porque lo suyo no es la pelea sino la argumentación, segundo porque claramente el ámbito que eligió tampoco es el propicio para dar pelea, difícilmente un radical pueda tener autoridad en un debate municipal luego de que Ramón Mestre perdiera con sólo el 8% de los votos de los cordobeses, lo que demuestra que los vecinos de esta ciudad tienen una muy mala imagen de esa gestión y que todo lo que diga un radical, la gente no diferencia entre líneas internas, será desestimado precisamente por el fracaso del anterior gobierno radical; y en ese punto también vale decir que nadie se olvida que no se animó a asumir el cargo de Concejal, para el que había sido electo, y se alejó de las cuestiones locales para ir a un cargo nacional; y finalmente a De Loredo no le conviene el enfrentamiento frontal por dos cuestiones propias, primero porque cuando le tocó asumir una responsabilidad de gestión, fue presidente de Arsat durante la presidencia de Mauricio Macri, dejó mucho que desear, de manera que sería muy simple recordar sus yerros en esos años para neutralizarlo en cualquier debate; pero además el joven radical tiene otra cuestión personal que no lo favorece, es yerno de Oscar Aguad, por él llegó a la política, un hombre identificado con lo peor del macrismo, con una muy mala imagen de gestión también junto a Macri, y con una muy mala imagen en Córdoba; todos datos que hacen que a Rodrigo De Loredo no le convenga la confrontación abierta y a cara descubierta.

Quizás creyó que sería más fácil, quizás pensó que una expresión aislada en redes sociales lo haría quedar bien entre sus adeptos y pasaría rápidamente, pero no contó con la reacción del peronismo y, apelando a otro dicho popular, «el tiro le salió por la culata».

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