Ente tantos dimes y diretes en la interna de Juntos por el Cambio Luis Juez se ha convertido en el problema a resolver para muchos radicales, sobre todo para aquellos que no lo quieren perder como parte de la alianza electoral.
Además, en muchos aún repiquetea el amplio triunfo de las legislativas de 2021 cuando Luis Juez para Senador nacional y Rodrigo De Loredo para Diputado nacional obtuvieron el 54% de los votos de los cordobeses, y de hecho ese es el caballito que cabalgan para sostener que son la fórmula perfecta.
Sin embargo, aquellos que se ocupan de los números y de analizar las voluntades populares a través de las encuestas han empezado a hablar de que aquel resonante triunfo de 2021 parece ir quedando en el recuerdo de un excelente desempeño electoral en una contienda de medio tiempo pero que no se ve reflejado en nuevas mediciones de imagen y de intención de votos por parte de los cordobeses.
Y para ello citan los dos extremos, del 54% de la elección legislativa de 2021 al 27% de intención de voto para Juez gobernador que arrojó la última medición conocida realizada por la Consultora Corinto, para colmo en esa medición Rodrigo De Loredo midió 7% en intención de votos y ambos números no son sumables ya que no necesariamente quienes votarían a Luis Juez lo harían a De Loredo y viceversa, y menos aún en el caso de los radicales que cada vez hacen sonar más fuertes sus voces en el sentido de que no lo quieren a Luis Juez como candidato a gobernador por la alianza Juntos por el Cambio.
Pero para más detalle los analistas le agregan un ítem más que interesante que arrojó la medición de Corinto, y es el punto referido a «Pisos y Techos» de los candidatos, es decir sumar a quienes ya tienen decidido su voto a los que «probablemente lo votarían», y lo mismo ocurre con el Ítem «mano a Mano» que incorporó Corinto; en todos los casos Llaryora ya se impone sobre Luis Juez y más aún sobre Rodrigo De Loredo, «y eso que Llaryora todavía tiene un montón de cosas por inaugurar» dicen; estos son los análisis que hacen decir a los estudiosos electorales que «la espuma electoral» de Luis Juez baja con cada nueva medición.
Esto a su vez da pie a los radicales que en amplia mayoría sostienen que deben «construir» un candidato radical que tendrá mucho más consenso en la ciudadanía.
Sin embargo hay otros radicales que, con cierto tino sostienen que no hay que agraviar a Luis Juez y que hay que sostener la armonía de Juntos por el Cambio porque en la fuerza de esa unión radica sus posibilidades de triunfo en 2023, esa sería la tendencia de quienes pretenden llevar al encuentro de Villa Giardino de fin de mes la propuesta de que el candidato de la alianza debe ser radical, que debe ser decidido por el consenso que logre la Mesa de Juntos por el Cambio y que la decisión final se debe tomar a través de internas abiertas donde se expresen todos los simpatizantes; otra cuestión es si darán los tiempos para eso.
