Desde el entorno de Javier Milei, el economista y político porteño de notoriedad del momento, se confirmó que llegará a Córdoba el próximo 19 de Febrero, una noticia que no interesa a los políticos más destacados de la provincia, es más, en lo posible preferirían que no venga.
Ocurre que últimas mediciones realizadas por las principales encuestadoras lo dan a Milei con muy buena imagen en Córdoba, algo que a priori no sorprende debido a la profusa difusión que el mediático tiene en todos los canales de televisión porteños, que se sabe tienen mucha penetración en la ciudad de Córdoba; y también a la tendencia política hacia las propuestas conservadoras que ha desarrollado la sociedad cordobesa gracias a la predominancia de contenidos periodísticos en este sentido que promueven los principales medios de comunicación provinciales.
Sin embargo políticamente Córdoba tiene resuelta esa propuesta electoral a partir de sus partidos, o alianzas, dominantes que han sabido adaptarse a los tiempos y así mantener el voto mayoritario de los cordobeses.
La cuestión es que personajes como Milei, surgidos de las canteras mediáticas de CABA, sólo llegan a Córdoba a disputar espacios, y votos, desde afuera, sin sentarse previamente con ninguno de los principales dirigentes cordobeses ni pasar por ninguna de las alianzas ya existentes a buscar un lugar, y esto es lo que molesta, o al menos incomoda a los referentes de la política mediterránea que no están dispuestos a hacer un lugar de esa manera a ningún político que llegue de otro lado.
De todas maneras los resultados de las urnas vienen demostrando también que, más allá de las etiquetas políticas o ideológicas, el electorado cordobés continúa manteniendo su fidelidad a las propuestas tradicionales y mayoritarias locales, sin prestar atención a otras boletas electorales; la última elección para cargos legislativos nacionales tuvo varias opciones de alianzas o partidos afines al pensamiento expresado por el economista porteño sin que ninguno de estos hayan recibido un caudal de votos importantes.
Habrá que ver esta nueva experiencia, que, a juzgar por lo antes dicho, no promete demasiado éxito, más allá de que los dirigentes cordobeses a Milei no lo quieran ver por Córdoba, ni peinado.