La provincia de Córdoba será nuevamente la encargada de poner a la política nacional patas para arriba, serán los grandes referentes de la política de Córdoba los encargados de volver a poner las cartas en el mazo, barajar y dar de nuevo; todo esto por ahora dicho en forma de interrogante, pero que con el transcurrir del tiempo, y a la luz de los primeros pasos, cobra cada vez más verosimilitud.
Serán Schiaretti, Llaryora, Juez, De Loredo, Mestre, Negri, y algunos más los hombres encargados de reacomodar la política de Córdoba y con ello la del país, es el gran interrogante y parece ser el camino por el que ya comenzaron a transitar varios.
Los que dicen saber sostienen que la política con el peronismo y el radicalismo como los dos pilares fundamentales y opuestos ya no tiene mucho que ver con la realidad actual.
Dicen los que dicen saber que hoy los nuevos paradigmas pasan más por una concepción económica y pragmática de la cosa pública que por la política y las ideologías, y también dicen los que saben que dentro del peronismo y del radicalismo subsisten estas dos miradas.
A partir de allí es que las «viejas» alianzas concebidas hace más de veinte años, en el caso de Hacemos por Córdoba, y un poco menos en el de Juntos por el Cambio; y sobre todo a partir de la aparición del PRO de Mauricio Macri, y del kirchnerismo de Cristina, poco tendrán que ver con la realidad actual y futura.
Y es a partir de allí que cada vez son más los que comienzan a plantearse nuevos escenarios, y estos escenarios implican plantearse cómo hará el peronismo de Córdoba, sin De la Sota ni Schiaretti, para seguir ganando elecciones sin que los cordobeses lo relacionen con el peronismo nacional de Cristina, teniendo en cuenta que los adversarios expresan el antiperonismo que tanto pregón tiene en la provincia.
Y del otro lado no son pocos los que se preguntan si no es hora de desprenderse de ciertos dirigentes que sienten que no los representan, que para ellos representan el pasado, y abrirse más a la posibilidad de coincidencias con algunos peronistas que tienen una manera de gobernar más afín a su perfil.
Y entonces ya deja de sonar descabellado el ensayo de posibles nuevas confluencias hacia 2023, y también de nuevas fórmulas.
Llaryora-Santos, De Loredo-Juez, o un juecismo puro por un lado y un radicalismo puro con la tradicional Lista 3, por el otro; y entonces también hay que ver si todo el peronismo cordobés se encolumna con la mayoría, y los primeros nombres a repasar son los de quiénes hasta hoy adhieren a las premisas del gobierno nacional, pero también otros posibles heridos por quedar fuera de los primeros lugares de las futuras nuevas alianzas.
«Esto recién empieza» repiten viejos políticos de uno y otro lado, viejos por lo conocedores de los pasillos de la política, y ellos mismos repiten que aún es temprano para futuros alineamientos, que primero hay que mirar bien, que hay que esperar.
Pero desde hoy nada puede sonar demasiado descabellado, Hacemos por el Cambio- Cordobesistas Juntos; guarden esta publicación. Ampliaremos.
