Cuando Martín Gill pidió licencia para ocupar el cargo de Viceministro de Obras Públicas de la nación anticipó la apertura de internas que sabía que tarde o temprano se vendría en su distrito, interna que hoy muchos quieren que quede solapada en pos de la unidad del peronismo.
Martín Gill pidió licencia como Intendente de Villa María desde el 1 de enero hasta el 27 de junio de 2020, 180 días, tal como lo habilita la normativa municipal vigente, la cuestión es qué hará a partir del 28 de junio, si resuelve regresar todo quedará en la anécdota, pero si no vuelve deberá comenzar el camino de su sucesión y es allí donde radica la cuestión, porque en el peronismo villamariense el tema es muy complicado, tan complicado que desde ya es un tema de preocupación a nivel municipal, provincial y nacional.
En Villa María hay dos internas, o tres, la de los que eligen alinearse con el peronismo nacional de Alberto Fernández contra el PJ provincial de Schiaretti; y la otra, la más interna, la que mantienen Martín Gill y Eduardo Accastello desde hace ya mucho tiempo, y en esa interna habría que contar también a Nora Bedano.
La primera es la más fácil, sólo requiere que igual que en Río cuarto se pongan de acuerdo los unos y los otros y sellen una unidad que les conviene a todos.
La más difícil es la otra, el enfrentamiento entre Gill y Accastello viene desde la primera intendencia del ahora funcionario nacional, cuando el actual Ministro de Industria de la provincia quería en ese lugar a José Carignano y finalmente Martín Gill logró quedarse con el cargo gracias a sus contactos kirchneristas, oficilalismo nacional en ese momento, dicen que el enojo de Accastello fue muy grande y que el enfrentamiento verbal fue muy duro, casi hasta llegar a niveles peligrosos.
Desde entonces Martín Gill ganó preponderancia en la región y Eduardo Accastello y Nora Bedano trasladaron su militancia a niveles provinciales sumándose al gobierno de Juan Schiaretti y alejandosé del kirchnerismo.
Aquella interna nunca quedó resuelta y muchos dicen hoy que Eduardo Accastello quiere volver a la intendencia de la que fuera su ciudad, aunque las cosas ahora han cambiado un poco, Accastello hoy sería hombre de Schiaretti y Gill tendría en mente como su sucesor al mismo José Carignano que antes se alineaba con Accastello.
Sin embargo, siguiendo el ejemplo de Río Cuarto y lo marcado por el presidente Alberto Fernández, no muchos están dispuestos a bancar esta interna, luego del paso adelante de unidad demostrado en Río Cuarto sería un retroceso volver a la interna en Villa María.
La cuestión es cómo saldarla, por ahora las opciones son varias, que Accastello recupere las relaciones con el kirchnerismo, que Gill decida bajar a Córdoba, que ambos puedan ponerse de acuerdo; quedan cinco meses.
