Más allá de los números de la ingeniería política la cuestión es simple de entender al principio, los oficialismos no quieren las PASO (elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) y las oposiciones sí, sin embargo acá surge la primera sintonía fina, al hablar de oficialismo y oposición también hay que aplicarlo a las internas partidarias, esto lleva a suponer un primer escenario con Alberto Fernández y Juan Schiaretti compartiendo intereses por un lado y por el otro una comunión de conveniencias entre Rodríguez Larreta, Kicillof y La Campora.
Entonces, los gobernadores (menos Rodríguez Larreta y Kicillof) no quieren las PASO porque estas les permiten a las oposiciones ordenarse, fortalecerse y llegar con un solo candidato a la general, por ejemplo en Córdoba, no es lo mismo una oposición aunada tras un sólo candidato luego de las PASO que divididos entre varios, Negri, Juez y alguno más; por eso en casi todo el país (menos Rodríguez Larreta) Juntos por el Cambio quiere que se hagan las PASO.
Y también por eso los opositores internos quieren las PASO y los oficialistas internos no.
Y desde ahí el tema se pone complejo hacia adentro del peronismo porque parece ser que para algunos son más importantes sus apetencias personales que lo mejor para su partido, su provincia y para el país.
Así es que todo indica que sobre este tema el peronismo aparecerá dividido, por un lado, por ejemplo en Córdoba, Albero Fernández y Juan Schiaretti, y los seguidores de ambos, no quieren las PASO mientras que La Campora las defiende por su conveniencia propia, si hay internas ellos podrán imponer sus candidatos mientras que si no las hay deberán sentarse a negociar con quienes conducen.
Es un panorama complejo que termina presentado estas impensadas parejas por ahora sólo en términos hipotéticos, todavía habrá que esperar unos días para ver si esto se confirma en la realidad.