Será Martín Llaryora o Luis Juez; si bien los candidatos a gobernador para la provincia de Córdoba son once, todo el país sabe que sólo dos tienen posibilidades de quedarse con el triunfo y son los referentes de las dos coaliciones más grandes de la provincia, Hacemos Unidos por Córdoba y Juntos por el Cambio.
Pero además esta elección para elegir al próximo gobernador de Córdoba tiene el aditamento de que será un cambio de época, y si bien todos sabían que este día llegaría, nunca nadie lo termina de imaginar hasta que llega, es hoy; en esta jornada, que será histórica, los cordobeses van a empezar el futuro, esta instancia que es clara para Córdoba no tiene la suerte de vivirla el país, que todavía no vivió un cambio profundo entre sus gobernantes, los mismos desde hace veinte años.
Córdoba tiene en Martín Llaryora un hombre joven, del interior de la provincia, con la experiencia adquirida en sucesivas responsabilidades que le mostraron que el nuevo camino de las sociedades ya no pasa sólo por el progreso infraestructural, urbanizaciones, caminos, calles y servicios básicos, que también seguirán siendo tan necesarios como siempre pero que ya no son suficientes porque llegó la hora de abrirles paso y darles un rol principal a todas las actividades relacionadas con las nuevas tecnologías y a las nuevas conductas sociales; y de hecho Llaryora viene demostrando desde la Municipalidad de Córdoba que entendió ese camino, y en ese sentido viene avanzando.
El otro candidato con posibilidades de acceder a la gobernación, Luis Juez es mayor y no ha tenido posibilidades hasta ahora de demostrar sus capacidades en el sentido de lo antes mencionado, cuando le tocó ser Intendente de la ciudad de Córdoba, hace veinte años, las condiciones sociales y del país eran otras; Juez sólo representa un cambio político que algunos entienden importante pero que no alcanza para explicar si es lo mejor para la provincia.
Lo cierto es que de una forma o de otra habrá terminado definitivamente para Córdoba la era analógica y con ella la de una generación de políticos que hicieron muchas cosas importantes, la provincia ya no es la misma de los comienzos de la democracia, ha crecido y se ha convertido en una de las referencias importantes de la Argentina; y fue con las gestiones de aquellos hombres de la Unión Cívica Radical de Córdoba, Eduardo César Angeloz y Ramón Bautista Mestre, y con ellos los Negri, los Aguad y algunos nombres más que aún suenan en los viejos pasillos de la Casa Radical de la capital cordobesa; y después fue el turno del peronismo, aggiornado de la mano de José Manuel De la Sota y su sociedad con Juan Schiaretti, que trajeron a la provincia hasta este 2023, el año de dar vuelta la página de esa historia.
Córdoba empieza una nueva era y la política de Córdoba también, y los cordobeses dirán si es con Martín Llaryora, y si es así el peronismo de Córdoba verá definitivamente el nacimiento de un nuevo líder que será el encargado de conducir ya no un partido, al estilo de las viejas estructuras políticas sino una coalición, no sólo política sino de intereses, porque los tiempos cambiaron y ya no alcanza con una sola mirada; y si el elegido es Luis Juez el cambio será en la coalición hoy opositora, que también deberá acomodarse a nuevas realidades.
Hoy Córdoba llega al futuro, y los cordobeses ya lo estamos votando.
