Con el anuncio oficial del propio candidato a Gobernador por Hacemos Unidos por Córdoba de las candidatura de la radical Myrian Prunotto; y del Presidente provincial del PRO, Javier Pretto, como candidato a Vice Intendente de Daniel Passerini en la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora logra sus principales objetivos, mostrar una nueva alianza con mucha más amplitud, sumando a un sector del radicalismo que se alineará con Prunotto, y a una parte importante del PRO, con el Presidente provincial del Partido y dirigentes de otras localidades, con Río Tercero y Villa Dolores.
Pero además eso genera a su vez un estruendo de gran envergadura en la coalición opositora Juntos por el cambio, que deja a su candidato a Gobernador en clara inferioridad de condiciones, con una alianza diezmada y sin fuerzas, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones provinciales.
Estos movimientos de la alianza encabezada por el peronismo provincial, con la suma de radicales y dirigentes el PRO, sumado a los pocos lugares que tiene para ofrecer Juez en sus listas, provocará que muchos dirigentes de esas fuerzas políticas ya estén iniciando las gestiones para lograr, ellos también, su pase a las filas del oficialismo provincial y capitalino donde encontraran espacio para sus necesidades políticas y personales, de hecho ya hay diálogos en distintas seccionales de Capital en ese sentido; y también en el interior de la provincia donde Intendentes y Jefes Comunales alineados en Juntos por el Cambio ven que la única manera de conseguir que sus propias gestiones tengan buenos resultados es alineandose ellos también al oficialismo.
Las presentaciones de las listas de candidatos a legisladores no hará más que refrendar la orfandad en la que queda Luis Juez con un escuálido Juntos por el Cambio que en los próximos días vivirá una sangría de dirigentes que lo dejará sin fuerza para llevar adelante una campaña que ya lo tenía como perdedor, situación que se profundizará en las próximas semanas.
Un panorama oscuro el que se vive en el bunker de Juntos por el Cambio, en el hotel pegado al hiper y al ex escenario de grandes shows, y clima de algarabía entre los hombres de la alianza que conduce el peronismo de Córdoba; de todas maneras las elecciones se ganan cuando se cuentan los votos, y para eso todavía falta bastante.
