El gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato a la reelección por Unión por la Patria, Axel Kicillof, habló de la necesidad de instaurar una nueva instancia programática en el peronismo durante un reciente discurso. El mandatario no escatimó en la importancia de evolucionar y alejarse de la nostalgia política, al mismo tiempo que rindió homenaje a las figuras icónicas del movimiento peronista.
«No tenemos que venderle esperanza a nadie y tampoco vamos a entusiasmar demasiado solo con un discurso y una propuesta nostálgica, no tengo ninguna duda de que con Perón y Evita, y Néstor y Cristina son los mejores momentos que vivió nuestro país, pero no tengo ninguna duda de que tenemos que darle un carácter de época nuevo», expresó Kicillof.
Las palabras del mandatario de la provincia de Buenos Aires sugirieron la voluntad de adaptarse a las nuevas realidades y desafíos que enfrenta Argentina en la actualidad.
Kicillof continuó su discurso haciendo hincapié en la importancia de la renovación: «No es justo que vivamos de quienes ya hicieron una banda de rock. Vamos a tener que componer una nueva canción, no una que sepamos todos, una nueva» completó Kicillof en el discurso expresado días atrás.
Un mes y medio atrás, desde el interior del país, desde Córdoba, el electo Gobernador provincial, Martín Llaryora, llegaba por primera vez a todos los argentinos con un mensaje que ya todos recuerdan como «El Grito de Córdoba», y muchos más como el de «los pituquitos de Recoleta»; el dirigente cordobés decía en ese momento que «El Interior tiene sus líderes para poder hacer un país federal, con trabajo, con justicia, con respeto institucional», y más adelante aseguraba con énfasis, «Estamos inaugurando el partido cordobés, este ejemplo será tomado por el interior de nuestra Patria”.
Con aquel mensaje Martín Llaryora se erigía definitivamente en el nuevo líder del peronismo de Córdoba y comenzaba a ser mirado con atención por todos los peronistas de todo el país, esa noche y los días sucesivos recibió infinidad de mensajes y llamados saludándolo, el mensaje había calado muy profundo hacia adentro del Movimiento nacional Justicialista.
Es que Llaryora había sido muy claro en lo que necesita este país, y lo que tienen que hacer los futuros dirigentes peronistas, «Tienen que empezar a cambiar los gobiernos, no se puede subsidiar el distrito más rico de la Argentina, estamos cansados del pensamiento unitario que hace más pobre a la Argentina», dijo.
Y también aseguró ese día, «No tenemos que esperar más liderazgos de la Capital. Hay que construir liderazgos propios. Las elecciones se ganan hablando con la gente no paseándose por los medios de Capital Federal» completaba Llaryora, entre otros conceptos de aquel discurso lleno de federalismo y del despliegue conceptual de lo que debe ser la política que necesita la Argentina. La necesidad de «una nueva nueva canción», a la que se refiere Kicillof.
Y lo cierto es que a partir del próximo año, el peronismo nacional tendrá dos expresiones triunfantes, Martín Llaryora y Axel Kicillof, suponiendo que el bonaerense se imponga en las elecciones para gobernador de su provincia, algo que la mayoría cree que va a ocurrir; y por eso serán dos los peronistas en todo el país que lograron los votos para convertirse en los máximos dirigentes de sus provincias, y los nuevos referentes nacionales de un peronismo que comenzará a renovarse de la mano de dos hombres jóvenes llenos de ideas y proyectos, agradecidos y reconocidos de su pasado pero con la claridad de que con aquello no se gobierna, y que hacen falta ideas y nuevos conceptos para los nuevos tiempos.
A esta altura vale una salvedad importante, resta esperar el resultado de las elecciones presidenciales para conocer cómo quedará Sergio Massa en este nuevo concierto peronista, parafraseando a Kicillof. Si Massa gana y es Presidente se convertirá en el máximo dirigente nacional del Justicialismo, si no lo logra habrá que ver cuál es y de qué manera se produce el resultado final; el candidato a Presidente es de la misma generación que los dos gobernadores y es posible que, con ellos, se convierta en el otro hombre de referencia del nuevo peronismo en construcción.
Porque de eso se trata, a eso apuntan Llaryora y Kicillof en sus discursos, y los dos saben, o los tres, que más allá de sus coyunturales diferencias internas, deberán juntarse para lograr que esa construcción sea exitosa; Kicillof representando al monstruoso por lo sobredimensionado Gran Buenos Aires, Llaryora al menor pero exigente interior, Massa desde el lugar que ya ha logrado como dirigente, son ellos los que deberán encontrar la nueva síntesis de una expresión política que fundó Juan Perón, que logró interpretar mejor que nadie Néstor Kirchner, que tanto hicieron crecer en Córdoba José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti, así como muchos otros dirigentes peronistas en todo el país, ellos saben que de eso depende el peronismo.
El peronismo necesitará una nueva canción, como dice Kicillof; federal, con justicia y con respeto, como dice Llaryora.
