Hace cuatro años la violencia machista cegó la vida de una piba con proyectos, con convicciones: Micaela García. Cada día esa misma violencia se sigue llevando a una mujer.
Su nombre se volvió consigna transformadora; su sonrisa, un emblema para una lucha colectiva para ponerle fin a la violencia por razones de género.
Ministerio de la Mujer
La ley que lleva su nombre abrió un camino certero al que invitamos a transitar. Porque se trata también de un derecho: el de aprender para transformar los mandatos que oprimen a las mujeres y sostienen la desigualdad que funda las violencias.