La decisión de Juan Schiaretti de que el PJ de Córdoba vuelva al Partido Justicialista de Córdoba termina de enterrar cualquier posibilidad de interna en el peronismo cordobés.
En la interna del PJ cordobés Juan Schiaretti y Alejandra Vigo se caracterizaron en los últimos tiempos por acordar con todos los sectores que se acercaron al partido y a la gestión provincial, así se fueron incorporando el Movimiento Evita y diferentes sectores del kirchnerismo cordobés que hoy son parte, igual que el delasotismo que siempre fue parte del gobierno provincial y del Partido Justicialista de Córdoba.
Sin embargo, a partir de la campaña electoral del año pasado un grupo de peronistas liderados por el Senador nacional Carlos Caserio y el Intendente de Villa María Martín Gill comenzaron un proceso de construcción interna destacando su pertenencia al peronismo nacional encarnado en la figura del Presidente Alberto Fernández, y reclamando al PJ cordobés la alineación en l mismo sentido, como ocurre en gran parte del país.
A partir de esta nueva expresión interna se abrió la posibilidad de que en abril, cuando vence el mandato de las actuales autoridades del partido, se produjera una compulsa electoral, pero también comenzó un debate hacia adentro del peronismo que implicó que desde las autoridades del justicialismo de Córdoba se desplegara una nueva etapa de acuerdo y contensión con las diferentes expresiones internas, esto llevó a que el incipiente «caserismo» comenzara a desgranarse practicamente antes de nacer, y que se analizara también la posibilidad de que La Campora de Córdoba, la expresión más fuerte del kirchnerismo local, puidera ser parte del nuevo peronismo cordobés a partir del mes que viene.
Así entonces el escenario de hoy muestra nuevamente a un schiarettismo fortalecido, acompañado por el delasotismo encarnado en Natalia De la Sota, por un gran sector del kirchnerismo local, incluído el Movimiento Evita, invitando a La Campora de la diputada nacional Gabriela Estévez a ser parte del peronismo de Córdoba sumandose incluso a la nueva conducción provincial, y volviendo a ser parte del peronismo nacional participando del congreso nacional.
Sólo resta conocer oficialmente que hará el «caserismo», que también ha dado muestras de diálogo, para terminar de concluir que finalmente no habrá divisiones en el peronismo cordobés y que en abril, en el recambio de autoridades, habrá una nueva conducción donde también participarán los sectores kirchneristas y albertistas.
Como dijimos hace un tiempo desde este espacio, en Córdoba no habrá «albertismo», tampoco un «kirchnerismo» opositor, habrá un sólo peronismo.
