«La oposición no trajo una idea ni aportó nada para la gestión de la pandemia» dijo hace algún tiempo el Jefe de Gabinete del gobierno nacional Santiago Cafiero, y de alguna manera marcó la dirección por dónde pasarán las campañas electorales en este año de elecciones tan particular.
La realidad terminó de hacer el resto y mostrar, por un lado a gobernantes nacionales, provinciales y municipales tratando de gobernar con una situación muy difícil, marcada por la cuestión sanitaria generada por la pandemia y la grave crisis económica que provocaron, la misma pandemia, pero también los grandes desatinos económicos del anterior gobierno nacional; y por el otro lado una oposición en algunos casos despiadada que, sin propuestas ni ningún tipo de colaboración, decidió hacer su campaña electoral atacando las gestiones de gobierno, sin aportar soluciones, acompañamientos, ni tampoco ninguna idea superadora en estos tiempos de crisis.
Así el Gobierno de Alberto Fernández a nivel nacional, pero también el de Juan Schiaretti en la provincia y cada realidad municipal, empezando por la de la ciudad de Córdoba gobernada por Martín Llaryora, pero también todas las demás gestiones municipales, tuvieron que comenzar a mostrar sus acciones de gobierno como si fueran acciones de campaña y cada medida se convirtió en propaganda como la mejor manera de enfrentar ataques y desprestigios en este año donde además de gobernar hay que pensar en unas elecciones donde los gobernantes también tienen a sus propios candidatos y tienen todo el derecho a defenderlos.
Lo curioso de la situación es que, mirando atentamente, pone al desnudo a los gobernantes que gobiernan y pueden mostrar lo que hacen diariamente; ejemplos de esto son Martín Llaryora en Córdoba, acompañado de funcionarios como Siciliano, Rodio, Flores y otros, que día a día demuestran su trabajo con su actividad; el equipo del Gobernador Juan Schiaretti desde la provincia; y la gestión del Presidente Alberto Fernández, que en relación a la provincia de Córdoba tiene permanentemente en acción a funcionarios como Martín Gill desde la Secretaría de Obras Públicas, o a legisladores nacionales como el Senador Carlos Caserio, o los diputados Estévez, Carro o Fernández aportando soluciones.
Y por otro lado, y de nuevo mirando atentamente, muestra a una oposición encabezada por Macri y Bullrich a nivel nacional, pero también con legisladores de Córdoba como Negri, El Sukaría y otros sin ideas, sin propuestas, sólo con críticas y siempre buscando minar las acciones de los gobiernos.
Efectiva y definitivamente esta campaña electoral dejará ese aspecto positivo, ya no asistiremos a aquellas antiguas compañas con propagandas llenas de dudosas promesas sino que desde este año los políticos deberán demostrar si efectivamente son capaces, y están a la altura, de los cargos a los que aspiran; y para eso los que gobiernan deberán hacerlo desde su gestión, gobernando, y no dejando de gobernar para hacer campañas; y a los opositores com propuestas reales, con acciones que aporten soluciones a los problemas de la gente, con ideas superadoras y no sólo con críticas, con agresiones y con propuestas de campañas huecas de realidad.
Un interesante desafío para la nueva generación de políticos que está llegando en esta nueva realidad.
