La idea que en una primera y rápida lectura parece descabellada comienza a ser contemplada luego de analizar la situación del peronismo en la provincia, en Capital y en muchas ciudades y localidades del interior; la última interna para cargos ejecutivos y electivos fue en 2007, hace 15 años.
Es que son varios los escenarios que aparecen tanto a nivel provincial, tramos para gobernador y legisladores provinciales, como en los ámbitos municipales, ciudades importantes de la provincia, empezando por la Capital, y también otras como Villa María, Villa Carlos Paz, Cruz del Eje, Oncativo, entre otras, que no tienen definidos sus candidatos y dónde a esta altura mucha militancia comienza a plantearse cómo se tomarán esas decisiones.
El peronismo de Córdoba siempre se ha caracterizado por su verticalidad y son pocos los registros de internas para definir, no sólo legisladores provinciales sino cargos como el de Gobernador, Vicegobernador e Intendentes, sin embargo en este turno electoral, con todo lo decisivo que tiene para el peronismo, son cada vez más los que avizoran esa posibilidad.
Si bien la candidatura de Martín Llaryora en principio no está en discusión, la perspectivas de algunas otras candidaturas peronistas para la gobernación preocupan, opciones como las de Martín Gill o Carlos Caserio, que asoman en el horizonte, significan una cuestión a resolver.
Un poco más complicado se presenta el panorama a nivel legislativo provincial, más allá de los acuerdos super estructurales muchos se preguntan de qué manera se armará la lista para la legislatura provincial a partir de esos acuerdos, y en este caso se contemplan no sólo la existencia de líneas peronistas vinculadas al Frente de Todos sino las propias divisiones internas dentro del peronismo oficialista y cómo se hará para congeniar a schiarettistas, llaryoristas, delasotistas y otros sectores en cada departamento, cómo se hará para que puedan entrar todos en lugares expectables y cómo se lograría un acuerdo en el que queden todos conformes.
Y cuando la incógnita se baja a niveles locales la incertidumbre crece, comenzando por la ciudad de Córdoba la consulta es, primero si se logrará un acuerdo para definir el candidato a Intendente o habrá que resolverlo en internas, como se viene contando desde Política Córdoba, son varios los candidatos anotados y pocas las posibilidades, a menos a primera vista, de lograr un acuerdo en base al diálogo y al tan mentado consenso, por ahora no parece haber tal cosa y son varios los candidatos que aseguran que «no se bajan», y si no hay otra manera la interna vuelve a asomar como opción; y luego está el armado de la lista de Concejales, un tema menor comparado con la resolución de la candidatura a Intendente de la ciudad de Córdoba, aunque no tanto si se tiene en cuenta que los «ismos» crecen en la ciudad capital.
Y algo similar ocurre en otras ciudades importantes de la provincia, porque además si no hay acuerdo para la lista de legisladores y para decidir el Intendente en la ciudad de Córdoba el internismo va a cundir y en Villa María, Villa Carlos Paz, Cruz del Eje, Oncativo y otras localidades las líneas internas también comenzarán a pedir participación.
A partir de ahí surgen otras cuestiones que tienen que ver con los tiempos electorales, los aspectos relacionados a la operatividad y los costos de la realización de internas y otras temas que de alguna manera tienden a relativizar esa posibilidad; sin embargo la efervescencia es importante, en muchas localidades la intransigencia entre las partes llega a niveles de desconocerse mutuamente y en otras simplemente a no reconocer los valores del otro para ser el candidato a Intendente.
Son tiempos de definición, y más allá de que se haya llegado al primer consenso de «Martín Llaryora Gobernador 2023» falta saber quién será y cómo definirán al candidato a Intendente de Córdoba, de Villa María, de Villa Carlos Paz, de Cruz del Eje y de muchos de los municipios cordobeses, lo mismo que los candidatos a legisladores, por eso la posibilidad de la interna no es descabellada.
