En la sesión semanal del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba se aprobaron un Convenio entre la ciudad de Córdoba y la Municipalidad de Cosquín de índole cultural; además se aprobó un Memorándum de entendimiento con organismos internacionales y, de la mano de esas situaciones, en sus discursos durante la sesión, se aludieron a cuestiones vinculadas con la política nacional.
Algunos Concejales opositores aprovecharon el uso de la palabra para, como se dice en política, «pasar factura» a Hacemos por Córdoba por lo que ellos consideran como algún tipo de acuerdo entre el peronismo de Córdoba y el Frente de Todos a nivel nacional, una situación bastante curiosa ya que los temas en debate no tenían relación con lo que intentaban mencionar, sin embargo como los tiempos electorales ya comienzan a vivirse en todos los estamentos políticos, los ediles de Juntos por el Cambio intentaban establecer alguna relación, actitud que por otra parte será una constante en la campaña electoral de la alianza opositora en Córdoba.
Como además se trataba de temas relativamente menores, al menos no se estaba debatiendo ninguno de los grandes temas que preocupan a los cordobeses por estos días, resultaba extraño lo que estaba ocurriendo en la sesión, y ahí fue donde el Concejal Diego Casado, el hombre del Bloque de Concejales de Hacemos por Córdoba que se caracteriza por un discurso llano y frontal, tomó la palabra y les dijo a los Concejales opositores que «no se hagan los que orinan agua bendita».
Diego Casado hizo notar también que de manera incongruente se mezclaban definiciones jurídicas que para la mayoría de los abogados son claras, en el cuerpo de ediles de Córdoba buena parte son letrados, «me sorprende que algunos hayan colgado el título en la casa y vengan y tengan el tupé de no conocer la diferencia entre un Convenio y un Memorándum de entendimiento», dijo, molesto, el edil oficialista.
Pero además Casado no le esquivó al centro de lo planteado por la oposición en relación a los Diputados nacionales del Bloque Córdoba Federal y dijo, «en base a la picardía de ustedes para decir que los Diputados nacionales nuestros acompañaron las políticas del gobierno nacional, les digo, desde Córdoba se acompaña lo que se tiene que acompañar en beneficio de los cordobeses; ninguno de nuestros diputados nacionales viajó a Disney World ni evita explicar lo que pasó con 38 millones de dólares desaparecidos de la función pública».
«Entonces», continuó Casado, «a todos los Concejales que me precedieron en el uso de la palabra les digo, basta de hacerse los que orinan agua bendita, veamos lo que es mejor para Córdoba, para nuestra sociedad y que beneficia a todos los cordobeses».
En su discurso el Concejal Diego Casado hacía alusión a la Diputada nacional radical de Río Tercero, Gabriela Brower de Konning, que en un sonado caso se ausentó de la última sesión de la Cámara privando de su voto a su bloque en un momento coyuntural; y también se refería Casado al actual Diputado nacional y candidato Rodrigo De Loredo y su paso por la conducción de Arsat durante la presidencia de Mauricio Macri; según publicó Ámbito Financiero en aquel momento, «bajo la excusa de la búsqueda de financiamiento externo el ex presidente de Arsat justificó en marzo de 2016 la interrupción de la construcción del Arsat III, que el kirchnerismo había proyectado para lanzar al espacio en 2019. Sin embargo, las inversiones para el plan satelital nunca llegaron y, según un relevamiento de las nuevas autoridades, causó un perjuicio para la firma estatal de u$s38 millones».
El discurso del concejal viguista terminó con el debate.
