El presidente de la Cooperativa de Agua de La Falda, Edgar Madrid, advirtió este viernes que en la ciudad continúan produciéndose volcamientos ilegales de líquidos cloacales en la cuenca del Río Grande de Punilla y señaló que la situación es “insostenible”, tras detectarse nuevamente olores nauseabundos emanados desde las aguas del dique local luego de las últimas lluvias.
Visiblemente enojado, Madrid, manifestó: “Pido disculpas por decirlo así, pero me indigna. Luego de la primera gran lluvia cualquiera que pasó por el dique se dio cuenta que era insoportable estar en el lugar por la baranda a mierda que había. Lo digo crudamente porque para nosotros es una puñalada en la frente de parte de gente que se caga en todos los vecinos de la ciudad. Tienen cero empatía y consciencia para con los demás, se cagan en el mundo”.
El titular de la prestadora del servicio de agua en La Falda local especificó que se trata de casos puntuales, entre los que hay hoteleros y particulares, que desde hace 20 años vienen siendo denunciados ante las autoridades del Ente Regulador de Servicios Públicos de la Provincia (ERSeP).
“Hace 20 años que sucede esto, hemos hecho todo y los intendentes nunca tomaron cartas sobre el asunto porque la cuenca es jurisdicción de la Provincia. Trajimos a los inspectores del ERSeP para mostrarles las compuertas de las cámaras que acumulan líquidos cloacales; que se abren cada vez que hay una crecida y eso termina en el río. Se labraron actas, pero todo sigue igual. Es la realidad de nuestra cuenca y la planta tiene que potabilizar la mierda de otros para poder tener agua. La situación es insostenible”, remarcó.
Por otra parte, y luego de que la ola de calor desnudara el déficit de infraestructura para la correcta prestación del servicio en varias localidades del corredor, Madrid advirtió que son dos los desafíos que “más preocupan” de cara a los próximos años en la ciudad: la ampliación de la capacidad de potabilización diaria de la planta local y el saneamiento del dique de La Falda, la principal fuente de captación del recurso para abastecer el sistema de distribución.
“Al dique le quedan cada vez menos años de vida útil y eso hay que tenerlo muy en claro. Es el tanque de agua de la ciudad y cada día que pasa tiene una menor capacidad de almacenamiento. En 2008 la cooperativa hizo el primer análisis sobre la situación, pero hoy seguimos en la misma. El diagnostico está hecho, ahora necesitamos hacer el proyecto de una vez por todas para saber qué obras son necesarias, algo que es responsabilidad de los entes municipales, provinciales y nacionales”, manifestó Madrid. Y destacó que, durante la última sequía, el nivel del agua quedó por debajo del vertedero por segunda vez desde la construcción del dique, situación que ameritó la declaración de la alerta naranja mediante un decreto municipal.
Por último, en el marco de la presentación de un trabajo de recambio de más de 600 metros de red de distribución doméstica en las calles Antártida Argentina, Boquerón y Cerro Cora, en el barrio Río Grande, el titular de la cooperativa adelantó que autoridades municipales se comprometieron a cubrir los costos de la realización de un proyecto que dé paso a la gestión de fondos ante el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENHOSA) para las obras de ampliación de la planta potabilizadora, cuya producción en los picos de consumo “está justa”, afirmó.
“El agua falta por dos motivos: o no hay o faltan obras de infraestructura. Es lo que cuesta hacer entender a los Concejos Deliberantes, porque nosotros sólo somos los que prestamos el servicio. El titular es el municipio y es el que tiene que gestionar los fondos para hacer obras. Nosotros tenemos que operarlo: captar el agua, potabilizarla, transportarla y distribuirla”, insistió.
Y cerró: “Me reuní con el intendente Dieminger y me dijo que era consciente de que durante la ola de calor no habíamos tenido problemas estructurales con el servicio, aunque sí algunos puntuales que se solucionaron. Por eso se comprometió a aportar los 500 mil pesos que cuesta la elaboración del proyecto para casi duplicar la producción de la planta, hoy ubicada en un máximo de 10 millones de litros diarios. Estamos justos en los picos de consumo y, si no se hace la obra, de acá a dos años va a pasar lo mismo; a partir de los tres años va a comenzar a quedar chica”.
Fuente: La Estafeta Online