Los Intendentes de la provincia de Córdoba que adhieren al peronismo nacional volvieron a reunirse y nuevamente no terminaron de tomar definiciones, al menos la más anunciada, el armado final de lo que sería el Bloque de Intendentes del Frente de Todos de manera institucional en la provincia.
El pasado sábado se reunieron nuevamente los Intendentes frentetodistas cordobeses, ahora con la excusa del final de año y nuevamente postergaron las definiciones de fondo, aunque esta vez avanzaron en algunas decisiones intermedias que le van dando forma a lo que se viene hablando en los últimos tiempos, la necesidad de institucionalizar el espacio y de que los intendentes constituyan un bloque propio para relacionarse de manera institucional con el gobierno de la provincia; de a poco el proyecto va dando paso a un bloque con identidad diferenciada a los peronistas de Hacemos por Córdoba pero sin el acento marcado en la pertenencia «kirchnerista» de muchos de los que participan sino en buscar una identidad más amplia que sume a otros intendentes cordobeses que buscan un nucleamiento que los represente.
Del encuentro realizado en Leones participaron intendentes y jefes comunales de los departamentos Unión y Marcos Juárez y estuvieron presentes los dirigentes Martín Gill y Carlos Caserio.
Este grupo de intendentes cordobeses, como resultado de la campaña electoral de este año, comenzó a tener una forma más definida que se fue acentuando con el avance de las diferencias entre el peronismo nacional y el provincial al punto de plantearse la necesidad de una forma institucional propia.
En principio, esta necesidad de definir una identidad propia tuvo que ver con las diferencias políticas planteadas en la campaña electoral, diferencias que continúan claramente, y que los llevaba a la necesidad de levantar banderas en la provincia de Córdoba; sin embargo estos dirigentes cordobeses afines al peronismo nacional comienzan a encontrase con otras realidades, por un lado son conscientes de que viven y hacen política en la provincia más opositoras a las ideas del Frente de Todos, y por otro lado, en su andar de los últimos tiempos se encontraron con otros dirigentes políticos comunales que, no comulgando completamente con sus ideas, si están dispuestos a compartir un camino hacia 2023; esto lleva los dirigentes frentetodistas de Córdoba repensar su nucleamiento y a comenzar a pensar en la necesidad de una ampliación de criterios que les permita sumar nuevos integrantes y también acompañamiento popular en sus localidades.
Finalmente los intendentes y jefes comunales esperan también las definiciones de Martín Rodrigo Gill, el hombre que más los representa, Intendente de Villa María en uso de licencia y con mucha capacidad de influencia a partir de su desempeño como Secretario de Obras Públicas de la nación; en el transcurso del mes Gill deberá resolver si extiende su licencia o vuelve a la Municipalidad de Villa María, y también de eso dependerá el camino que tome el bloque de intendentes.
Martín Gill siempre ha sido un dirigente moderado que prioriza los acuerdo por sobre los enfrentamientos y que en este tema del agrupamiento de intendentes seguramente preferirá que este tome una forma lo más amplia posible, que les permita incluir a la mayoría y dialogar con todas las partes, incluido el gobierno provincial, no solamente por cuestiones de gestión sino también pensando en 2023 y las definiciones políticas que deberá traer.
