Ramón Mestre fue el único dirigente radical cordobés que se animó a portar los símbolos de su partido y enfrentar una elección que sabía que sería muy difícil, intentó de todas las maneras unir a la UCR de Córdoba y que lo acompañen en el proceso electoral, lo logró a medias pero sin embargo ese no es motivo para que baje los brazos, este fin de semana realizó un gran almuerzo en Villa Esquiú para agradecer a unos 1000 radicales que trabajaron en las ultimas elecciones en la provincia y se hicieron presentes. Mestre agradeció e hizo una convocatoria a todo el radicalismo, más allá de las diferencias.
«Elijo pensar en que es más fácil encontrarnos en el futuro que seguir disticutieron el pasado. Confío en que vamos a poder sentarnos en una mesa para acercar posiciones y el radicalismo vuelva a articular alianzas. Por eso, convoco a todos los correligionarios. Sin personalismos, ni individualismos. Vamos a seguir trabajando para sumar ideas desde otro lugar y para sumar al debate y la discusión responsable que debe dar el radicalismo» , algunas de las aseveraciones de Ramón Mestre en el encuentro.
El dirigente radical dijo además: » No vamos a desconocer que la elección pasada fue una elección que tuvo una fuerte impronta nacional. Se nacionalizó la elección y los números lo demuestran, porque el supuesto candidato más competitivo que tenía Córdoba desde hace cerca de 10 años, recibió una fuerte derrota. Pero también pienso que no se trata de buscar consuelo, ni de creer que esa explicación (que es real) va a detener nuestra marcha. Digo esto porque vamos a seguir trabajando para sumar ideas desde otro lugar y para garantizar un debate y una discusión responsable dentro del radicalismo. Pienso que una derrota no cambia la historia del radicalismo, ni cambia las convicciones ni la coherencia.
Ramón Mestre dejó también su mirada hacia el futuro y sus expectativas en relación a la UCR, «No me resigno a decirles que Argentina puede crecer de manera ordenada con un plan productivo y, fundamentalmente, recuperando el Estado desde el equilibrio. Un Estado cercano, con rostro humano, que articule el conocimiento, la actividad social a lo largo y a lo ancho de la Argentina. No tengo dudas de que es con los que amamos y queremos a la UCR y yo quiero decirles que confío en que vamos a poder sentarnos en una mesa para acercar posiciones y para que el radicalismo vuelva a articular alianzas que nos vuelvan competitivos, pero si o si con una visión programática.»
