Desde Política Córdoba se mencionaba la mala sensación que había quedado en buena parte del peronismo de la ciudad de Córdoba después de la foto difundida el 1° de Mayo, donde se veía a la mayoría del PJ Capital en un encuentro en el Instituto Diseñando ciudad para «reflexionar sobre la importancia de promover el trabajo», desde esta publicación se parafraseaba esa difusión diciendo que en realidad debía decir, para «reflexionar sobre la importancia de promover la unidad», porque ese había sido el motivo del encuentro y la difusión de las fotos.
Lo que esa foto en realidad disparó fue la preocupación de todos por el temor al futuro, porque quienes conocen las mediciones que se hacen sobre el humor social de los cordobeses, aseguran que es malo para el peronismo; dicen que «el único que mide en Córdoba es Juan (Schiaretti), que sigue con el 70%, mientras que ni Llaryora ni Passerini, ni sus gestiones, superan el 30%; «y tampoco despega ningún otro dirigente de Capital».
Aseguran que la imagen difundida sólo mostró lo forzado de intentar mostrar algo que no existe, y que su publicación sólo favoreció a una dirigente, en un contexto de atomización y sin nadie que comience a capitalizar para futuras candidaturas; es más, cuentan varios de los presentes que algunos intentaron no posar para la foto grupal, el gobernador por ejemplo, y que fue varias veces insistido antes de una rauda partida.
«Esa foto se pareció más a una última misa, esa que se hace cuando ya es irreversible el final», dicen; seguramente no será tan grave, sobre todo porque falta mucho para las elecciones de 2027, y si ya hay un diagnóstico de preocupación lo que queda esperar es más reflexión y planificación, «un barajar y dar de nuevo» dicen otros.
Lo que es cierto es que el actual no es el panorama que esperaba Martín Llaryora cuando ganó las elecciones el año pasado, ni Passerini, y que todas las expectativas y proyectos de próximos pasos por ahora deberán esperar, para trabajar primero ese plano interno que muestra una realidad complicada.