Es bastante habitual que a la mitad de los mandatos los mandatarios realicen cambios en sus gestiones, un poco para oxigenar, otro poco, a veces, para otorgar premios y castigos, y también para cubrir las vacantes provocadas por funcionarios que parten a tareas legislativas nacionales; un poco de todo eso ocurre en Córdoba.
Si bien el tema principal de la política cordobesa es octubre, quienes tienen las máximas responsabilidades están obligados a cubrir todos los frentes y así lo están haciendo, repasando de manera contínua la perfomance de cada funcionario y al mismo tiempo mirando las expectativas políticas hacia 2027; en ese marco son varios los ministros sobre los que han pesado cuestionamientos desde el comienzo de sus gestiones, sobre todo los «extra partidarios», sin embargo varios de ellos lograron sortear con éxito, algunos más que otros, esa espada de Damocles y hoy se sienten más asegurados en su continuidad en el gabinete provincial, aunque no todos.
La primera razón formal de variantes que aparece en el horizonte de Llaryora es la elección de octubre, donde una ministra puede partir y un legislador de estrecha cercanía con el gobernador, que termina su mandato, podría no repetir; se trata de Laura Jure, la Ministra de Desarrollo social, cuarta candidata a Diputada nacional que, todos los números lo indican, sería electa y deberá ser reemplazada; el otro caso es el de Ignacio García Aresca, como ya se informara desde estas páginas el actual Diputado está quinto en la actual lista de candidatos y, si no llegara a entrar tendría a partir de diciembre un sillón ministerial, acá se informó que sería el de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica.
En el caso del Ministerio de Desarrollo Social, si bien se barajan varios nombres para reemplazar a Jure, una schiarettista pura, lo que más suena es que podría dejar el cargo en manos de uno de los hombres más cercanos a Martín Llayora, pieza fundamental en su paso por la Municipalidad de Córdoba y también en el gobierno actual, aunque no haya figurado en primeras planas; lo que implicaría a su vez una ingeniería de cambios en segundas y terceras líneas para compensar la variante.
También en el área judicial se están hablando de posibles modificaciones, con la partida de otro ministro a una importante función en los más altos niveles de la justicia de Córdoba; si eso ocurre su reemplazante podría ser un destacado referente judicial que llegaría de la mano del otro de los hombres muy cercanos al gobernador que hace un par de años también ha bajado su perfil público.
Datos que se mencionan y donde mucho tendrán que ver los resultados electorales que obtengan en sus territorios cada uno de los funcionarios actuales y los aspirantes a serlo.
En ese mismo sentido están en carpetas algunas fusiones de Agencias y Secretarías para una gestión que, algunos dicen, tendrá en su segunda mitad la parte más difícil.