Fiel a su estilo desbocado y sin filtros, Gregorio Hernández Maqueda, o «Lilito» como se lo conoce en el ámbito político cordobés, por formar parte de la cantera de Elisa Carrió, visitó un programa de televisión y se subió al tren de la polémica por los dichos de Martín Llaryora, sobre dirigentes porteños que desde la comodidad de la capital quieren dar consejos de gobernabilidad.
El dirigente se mostró «sumamente preocupado», de acuerdo a sus dichos, por lo que había expresado el gobernador electo y aprovechó el espacio del programa Al Fin y al Cabo de Canal C para tratarlo hasta de monstruo al mandatario cordobés. «Yo coreo que esto es un quiebre en la historia de Juan Schiaretti en querer ser moderado».
Además trató a Llaryora de fascista de manual y que tiene un resentimiento de origen muy grande, y aseguró que no nació a dónde le hubiese gustado. «Aman lo que odian», dijo, al tiempo que se refirió a los vecinos del Cerro de las Rosas y de Jardín Espinosa argumentando que el mandatario cordobés irá por ellos.