La política de la provincia de Córdoba se encuentra en su momento de mayor debate en más de dos décadas; si bien el gobernador Martín Llaryora mantiene el centro de la escena, son muchos los frentes internos y externos abiertos; y a partir de ellos las posibilidades para 2027 son variopintas.
Llaryora es el gobernador, el que conduce el estado provincial y con ello, como se dice habitualmente en política: «el dueño de la lapicera»; aunque en esta ocasión, por primera vez en más de veinte años, la situación no parece ser tan así, la influencia del exgobernador Juan Schiaretti en la política del oficialismo es notable y define estrategias y consecuencias.
Por primera vez en más de dos décadas el peronismo de Córdoba vive una situación de debate interno, esta vez no rige la máxima de «el que gobierna conduce» y eso implica una participación constante del schiarettismo y otros actores internos en el oficialismo provincial, como Daniel Passerini o Eduardo Accastello, con la presencia activa de dirigentes del cordobesismo como Myrian Prunotto, y la posibilidad de que emerjan sectores del peronismo, externos al oficialismo, como el delasotismo que conduce Natalia De la Sota o el kirchnerismo de Gabriela Estévez. Todos ellos tendrán un rol fundamental en las decisiones que el peronismo tome para 2027, y en el acompañamiento que Martín Llaryora necesitará si quiere ser reelecto.
Y por el lado de la oposición la situación no es mejor, porque si bien la sensación de que esta vez es posible arrebatarle el poder al peronismo es más fuerte que nunca, también es cierto que el peronismo está más vivo que nunca y que los opositores también tienen varios frentes, difíciles de conciliar.
La oposición en Córdoba tiene a su vez un gran opositor que es Ramón Mestre, el histórico conductor de la UCR que se plantó en contra de los actuales líderes opositores cordobeses y, con las banderas del radicalismo, promete aguarles las expectativas con la posibilidad de restarles votos que pueden ser cruciales.
A su vez el abanico opositor cordobés, reunido en una especie de nuevo Juntos por el Cambio, esta vez liderado por La Libertad Avanza, tiene varios nombres que más que unidos aparecen en pugna, con Bornoroni y Juez por un lado, con Rodrigo De Loredo por otro, y con la posibilidad de que se abran más frentes internos en la derecha vernácula.
Nada está dicho, de los nombres arriba mencionados saldrá el próximo poder político de Córdoba, faltan dos años que parecen mucho pero no lo son.

