La insistencia del Senador cordobés Luis Juez de acercarse al presidente de la nación Javier Milei y a su construcción política La Libertad Avanza, que a muchos parece antojadiza, caprichosa y un símbolo más de lo que fue su sinuoso camino político, en realidad no tiene nada de lo alocado que parece y si una explicación muy clara que los hombres más cercanos al fundador del Frente Cívico comparten, en 2025 necesitan mostrar un triunfo para no entrar en riesgo de desaparecer como expresión política.
Los cambios políticos que ocurren a nivel nacional con la llegada de La Libertad Avanza y la cuasi desaparición de Juntos por el Cambio, así como la absorción del PRO, sumados a la renovación generacional que también abarca al propio Juez, ponen en evidencia que la suerte del Frente Cívico corre peligro, en primer lugar porque la desaparición del PRO, al menos como lo estructuró Mauricio Macri, junto a la fuerte caída en consideración popular de la UCR, lo deja sin sustento electoral; y en segundo término porque al Senador se le acaban los tiempos y ya no tendrá muchas más oportunidades de ser el protagonista personal de una construcción política, como lo fue en la primera década del milenio.
Luis Juez, y sus principales hombres, saben que en 2025 necesitan ir si o si con La Libertad Avanza, la fuerza política exitosa del momento, para mostrarse festejando un triunfo, aunque no les den ni un sólo cargo, aunque no logren poner ni un solo candidato, con subirse al palco del triunfo en 2025 les alcanza para llegar a 2027, no hacerlo y salir cuartos o quintos en la elección de medio término les puede resultar catastrófico y terminal.
Por eso, aunque parezca alocado, no lo es, al contrario, encuestas en mano y territorio recorrido le muestran a Juez que su principal opción es ser parte, de cualquier manera, de la forma que sea, de una fuerza ganadora, de lo contrario no habrá mucho futuro después de 2027 para él ni para su Frente Cívico, y será otra expresión política en vías de extinción.