Martín Llaryora, el candidato de Hacemos Unidos por Córdoba, es el ordenado, el político prolijo con una carrera política impoluto, sin ningún motivo para reproches; fue Intendente de San Francisco, Diputado Nacional, Ministro de Industrias, Vice Gobernador y ahora Intendente de la ciudad de Córdoba, en todas sus funciones pasó con aciertos sus gestiones; además, es el fiel referente de una alianza, el oficialismo encabezado por el peronismo de Córdoba, que ha sabido sostener a la provincia como la segunda del país, a pesar de los sucesivos desaciertos de los distintos gobiernos centrales.
Luis Juez es lo opuesto, un político improlijo, que siempre habla de más y mal, que las oportunidades de gestión que tuvo las resolvió mal; empezó su carrera en Córdoba como funcionario de José Manuel De la Sota, con quien terminó peleado y echado de su gobierno; a pesar de eso logró mantenerse en la política y haciendo alianza con el kirchnerismo, que gobernaba el país en ese momento, y con el trotskismo, se impuso en las elecciones para Intendente de la ciudad de Córdoba en 2003; en 2007 dejó una Municipalidad totalmente endeudada, con el 80% de sus ingresos comprometidos sólo en salarios, con una planta de empleados incrementada en un 50%, con una creciente corrupción en la noche cordobesa y sin ninguna obra para mostrar durante su gestión.
Juez fue delasotista, kirchnerista, aliado con el menemismo, con el trotskismo, con el kirchnerismo y con el macrismo, hasta el mes pasado era Larretista y ahora es Bullrichta; desde que está en la política su vocabulario lo metió en un sin número de problemas, les dijo bolivianos a los hinchas de Belgrano, sucios a los ecuatorianos y dispersó insultos para todos los políticos que iban siendo sus adversarios en cada época, a los que además calificó de enemigos.
Martín Llaryora muestra un proyecto de gestión claro, la continuidad del modelo gobernante en la provincia de Córdoba, «continuar con lo hecho y hacer lo nuevo que hay que hacer», asentado en los intereses provinciales, el campo, la industria y el comercio cordobés, con una fuerte impronta en lo social, que incluye lo laboral y temas como la seguridad, la educación, la economía de los cordobeses y la vivienda.
Luis Juez representa a un modelo nacional, el de Juntos por el Cambio, que como ha venido ocurriendo en todo gobierno central, además de la mala gestión que sacó a Macri del poder en 2019, privilegia a Buenos Aires y los intereses del puerto, y pospone a las provincias, incluida la de Córdoba.
Este domingo los cordobeses eligen entre dos modelos, uno provincial y otro porteño; pero también entre dos hombres, uno, Martín Llaryora, referente del modelo cordobés; y el otro, Luis Juez, empeñado en un proyecto personal que no duda en alianzas de cualquier tipo con tal que le sirvan para sus propósitos.