El Senador Abdala de la provincia de San Luis cobró triste notoriedad nacional en esta semana debido a su poca feliz expresión de que necesita los asesores “porque quiere ser gobernador de San Luis”, “12 o 13 están en San Luis. Mi deseo es ser gobernador y para eso necesito mantener vivo el territorio”, expresó el representante de La Libertad Avanza en un exceso de sinceridad, o de inocencia.
“Muchos de los asesores colaboran conmigo dándome ideas sobre lo que sucede en el territorio”. “Cuando llego a San Luis tengo que interesarme, tener gente que ayude con las reuniones, visitamos los barrios”, aseveró el legislador nacional, desnudando una práctica que parece ser habitual, por eso la falta de mesura al mencionar el tema.
La lista de los asesores de Abdala también sorprendió por algunos apellidos célebres, Rodríguez Saa por ejemplo; y un cordobés, Juan Pablo Ostanelli, muy conocido en la política de Córdoba porque fue Secretario privado de Ramón Javier Mestre, y recibió varias denuncias de irregularidades.
Pero si se mira las listas de asesores de los distintos Senadores salta a la luz que lo que pareció una excesiva cantidad en el caso del puntano que quiere ser gobernador de su provincia, resulta moderado en comparación con otros, el representante de Córdoba, Luis Juez, tiene veintidós.
Por ende, en un tratamiento igualitario de la información corresponde la pregunta de si el cordobés también tiene esa cantidad porqué quiere ser gobernador; e igual que el puntano, si necesita los asesores para que le armen las reuniones de campaña.
Repasando la lista de asesores de Luis Juez también hay apellidos conocidos, al menos en los ámbitos de la política y de la comunicación, incluso con periodistas en actividad en medios de la provincia de Córdoba.
Este tipo de miradas suelen molestar a la política y genera una especie de pseudo corporativismo en distintos sectores, sin embargo, si el tema salió a la luz a partir de un caso, es justo que pueda ser aplicado a otros, y más si esos otros casos son de Córdoba.
