El 5 de Agosto de 1991 en la ciudad de Córdoba se fundó la «Liga Política Unión Cívica Radical de Córdoba», «un nutrido número de habitantes de la ciudad de Córdoba», encabezados por el párroco de la iglesia del Pilar Presbístero Eleodoro de San Pedro Nolasco Fierro, Eleodoro Fierro como lo conoce la historia. los nóveles radicales escribieron en aquella acta de fundación «los que suscriben la presente; animados del noble y elevado fin patriótico de aunar en un solo propósito común todos los buenos elementos, de cualquier bando político que sean, siempre que lleven como enseña de lucha los principios y el radicalismo proclamados por la Unión Cívica de la Capital Federal, han resuelto constituir una Liga política, que se denominará “UNIÓN CÍVICA RADICAL”, bajo la base capital del sigilo y de la más absoluta reserva, que la pongan a cubierto de asechanzas y de tropiezos que la estorben; que le faciliten una acción más cierta, desembarazada y eficaz; y que permita á sus afiliados cualquiera participación ostensible que pudieran tomar en las fracciones cívicas militantes, con quiénes no choca en manera alguna ésta institución, por lo mismo que sólo procura, mediante la inteligencia y armonía de todos los buenos elementos, hacer más posible la concreción de los nobles ideales que persigue la “UNIÓN CÍVICA RADICAL” de la Capital Federal, ya sea actuando ésta Liga por sí sola, siempre que se considere suficiente, según el número y calidad de sus afiliados y elementos, ó bien prestando su concurso decidido, en casos convenientes a cualquiera de las fracciones cívicas militantes».
Eleodoro Fierro, integró el grupo de fundadores del Partido desde un principio. Participó en la dirección de la revolución radical de Córdoba de setiembre de 1891. Específicamente en Córdoba, resolvieron así constituir una liga política que se denominaría Unión Cívica Radical, El objetivo era concentrar a todos los sectores políticos y sociales que adscribieran a los principios fundacionales proclamados por la Unión Cívica de la Capital Federal, entre ellos los de ofrendar su vida en pos de la lucha por la igualdad y la libertad. Una vez tranquilizados los ánimos y liberados los detenidos, el cura Fierro preside la asamblea del 5 de agosto de 1891, se creaba en esta ciudad la primera liga secreta de carácter político, por inspiración del presbítero Eleodoro Fierro, quien abrazó, desde sus comienzos, la causa popular de Leandro Alem y de los Cívicos que pretendían desterrar el poder fraudulento del contubernio conservador en la Argentina.
En esa época luchaban contra la corrupción del régimen imperante, durante el gobierno de Eleazar Garzón, reemplazante de Marcos Juárez, en esta provincia. La lucha, en el orden nacional, era contra el presidente Carlos Pellegrini, quien había reemplazado al renunciante Miguel Juárez Celman, con motivo de la revolución de 1890. Este sacerdote, en la época en que la Santa Sede aún permitía la participación ostensible del clero en confrontaciones partidarias, fue, por sobre todas las cosas, un luchador incansable contra las injusticias sociales y políticas de aquel entonces.