La vieja canción de la música beat argentina, «compañeros, compañeros, compañeros, siempre fuimos compañeros» sería la música de fondo ideal para ilustrar este artículo o como música de una historia de facebook o de instagram con la imagen de este tuit publicado por el Gobernador Juan Schiaretti que viene a dar cierre a lo que fue la escalada del primer conflicto interno de dimensiones en lo que se podría definir el schiarettismo vs el llaryorismo, o entre la vieja guardia y los que están llegando, o el choque generacional, como quiera llamarse.

«Somos un mismo equipo con el intendente Damián Bernarte, como lo éramos con Martin Llaryora primero y con Ignacio García Aresca» escribió el Gobernador Juan Schiaretti sobre su visita a la ciudad de San Francisco; quizás para el ciudadano desprevenido el significado sólo sea el literal, sin embargo para otros este no es ni más ni menos que la ofrenda de paz, junto con la visita a la ciudad y los anuncios, el cierre de lo que fue un conflicto no oficial pero el primero fuerte que vive la transición entre Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
Para los desprevenidos, hace tiempo que los partidarios de Martín Llaryora aguardan el anuncio de largada para comenzar a realizar oficialmente la campaña de Martin Llaryora Gobernador 2023, hasta ahora vienen recibiendo la negativa de que aún no son los tiempos políticos, de que los expertos indican que no es el momento y junto con ello todas las explicaciones de porqué deben aguardar, sin embargo las ganar de gritar por «Martín Gobernador» están y cada vez son más fuertes, como el amor.
Quizás en este punto habría que detallar que a la hora de mirar a los consejeros con lupa puede verse que entre ellos hay quienes tienen importantes intereses propios y que más que todo lo que hacen es tratar de defender esos intereses.
Y quizás también sea el momento de mencionar algo que muchos en Córdoba no tienen ganas de mencionar, el famoso «Síndrome de Pato Rengo».
Lo cierto es que un poco por el bendito Pato Rengo, otro poco por intereses de algunos y otro poco porque algo de razón también pueden tener los expertos lo cierto es que el conflicto se desató con una escalada importante en pocas horas y finalmente llega a su fin con este llamado de paz que el propio jefe de todos hace para que las cosas vuelvan a su carril y puedan seguir como venían hasta ahora, siendo todos compañeros.
Otra vez para desprevenidos, lo que ocurrió en el medio es que, en el marco de los entusiasmos mal disimulados de los llaryoristas por comenzar a gritar por los cuatro vientos de la provincia que Martín Llaryora es el mejor candidato a Gobernador para Córdoba empezaron a proliferar las Juntas Promotoras Martín Llaryora Gobernador 2023, y lo que primero fue el grito de Canals, o el de Alta Gracia, de a poco se fue convirtiendo en el grito de todos. Sin embargo no es de todos, hay un sector del peronismo de Córdoba que sigue jurando fidelidad extrema al Gobernador Juan Schiaretti, se niega a expresarse en favor de Llaryora y no quiere que nadie lo haga; acá también habría que aclarar que nunca fue contradictorio que Llaryora sea el candidato del peronismo y que Schiaretti siga siendo el Gobernador, al contrario, hasta se habla de la proyección nacional de Juan Schiaretti y el propio Intendente de la ciudad de Córdoba fue el primero en anunciar su apoyo; pero más allá de eso lo cierto es que entre los enrolados en este «ultra schiarettismo» se inscribe la «vieja guardia», muchos de los hombres que acompañan a Juan Schiaretti «desde el principio», y parece ser que ellos fueron los que generaron el primer gran conflicto.
Parece que en este caso más que un Pato Rengo la situación es que hay varios Patos Rengos Viejos, que temen por su propio fin de ciclo, que parece que no tienen pensado seguir acompañando al gobernador en la experiencia nacional y que parece que fueron a quejarse a su despacho sosteniendo que los «jóvenes» de Llaryora que apoyan las Juntas Promotoras que se suceden por toda la provincia están generando un problema interno en el peronismo, esta cuestión terminó con el alejamiento del gobierno provincial de un hombre que está trabajando en apoyo a Martín Llaryora y esto desató una suerte de emociones encontradas que atravesó al peronismo de Córdoba con mucha intensidad, intensidad que dura por estas horas.
La situación amenazaba con escalar hasta proporciones inimaginables y si no fuera por el buen criterio de los líderes hubiese empezado una lluvia de ceses y traslados que no le hubiera hecho bien a nadie, porque además nadie quiere eso.
De repente lo que quiso ser un anticuado «tatequieto» iba camino a generar un superhéroe y lo que quiso ser un ejemplo para que el resto «se rescatara» iba camino a desatar un «no me rescato nada» bastante generalizado.
Por eso es que a estas horas se celebra el llamado a la paz del número uno, para ello hubo que apurar en menos de 48 hs una actividad que hasta el lunes no estaba prevista, chequeado por Política Córdoba, para así poder «cerrar esa grieta» y que tuviera sentido esta frase pronunciada en vivo y escrita en el Twitter de Juan Schiaretti, «somos un mismo equipo», sin olvidar de mencionar a los integrantes de ese equipo.