Un profundo malestar ronda por las calles de Santa Rosa de Calamuchita luego de que los empleados contratados de la Municipalidad recibieran menos de la mitad de su sueldo; para colmo, según trascendidos, los funcionarios habrían cobrado la totalidad de sus haberes.
La particularidad de la situación en Santa Rosa de Calamuchita, además del hecho concreto y local, está relacionada con la situación política provincial, ya que el Intendente de esa localidad era uno de los que supuestamente se había pasado a las filas del cordobesismo, lo que no se vió reflejado en la realidad ya que, como ocurrió en gran parte del departamento Calamuchita, La Libertad Avanza logró un triunfo contundente.
Pero además el hecho político se ve agravado porque fue motivo de fuertes reclamos por parte de dirigentes del peronismo de ese departamento que protestaron airadamente por el apoyo que Martín recibía del gobierno provincial, cuando en realidad ellos veían que el dirigente radical trabajaba la campaña electoral para el partido de Javier Milei.
Hoy, lo que acapara la atención es la situación por la que atraviesan los trabajadores municipales, el presidente del bloque de Concejales opositor, Mario Lezana, aseguró que “en dieciseis años de gobierno jamás nos atrasamos con los sueldos y acompañamos a los empleados municipales en esta situación. Entendemos la necesidad de cada familia. Es vergonzoso lo que ha pasado, pero principalmente lo que hicieron los funcionarios al asegurarse ellos primero el sueldo y dejar últimos a los empleados. Nada más y nada menos, en el Día del Empleado Municipal”, dijo, en referencia a la gestión del Intendente Eduardo «Tata» Martino.
Lezama dijo también que el intendente habría organizado el viernes pasado «una fiesta en un boliche abandonado de su propiedad», donde se habría utilizado personal municipal para limpiar el lugar, “para después enterarse de que no iban a cobrar la totalidad de su sueldo”.
Además, Lezana sostuvo que el local utilizado para la fiesta no tendría ningún tipo de habilitación, y apuntó que “mientras a los comerciantes de Santa Rosa les exigen todo tipo de requisitos y papeles para trabajar, el intendente hace una fiesta en un lugar que ni habilitado está”.

