Con el resultado final el 25 de junio a las 20 hs. se podrá hacer el análisis final que ya a esta altura está cantado, difícilmente pueda haber modificaciones en una tendencia que viene muy marcada pero que además no es ninguna novedad, es lo que se sabía, o se imaginaba, desde mediados del año pasado.
Más allá de que De Loredo sea o no Intendente de la ciudad de Córdoba, algo para lo que habrá que esperar hasta el 23 de Julio, posible pero que nadie puede asegurar, como sí se imaginó en algún momento, el tema de fondo es cómo va a quedar configurado el nuevo poder político en la provincia de Córdoba, y eso ya puede verse hoy, bastante antes de las fechas electorales.
Y la realidad indica que Martín Llaryora, el actual Intendente de la ciudad de Córdoba, va a ganar las elecciones para Gobernador no sólo por gobernar la ciudad más grande de la provincia y ser el candidato de la alianza gobernante a nivel provincial, sino porque además es el representante del partido mejor organizado políticamente en Córdoba y por haber trazado una campaña que lo llevó a un crecimiento exponencial pero al mismo tiempo que trabajó en otros aspectos no muy habituales en la política actual, la construcción de un verdadero frente electoral, con proyecto de convertirse en alianza gobernante, con características de coalición al estilo europeo donde todos pueden ser parte, con independencia de identidades, con libertades de participación y con compromisos reales de todos sus integrantes.
La Política de Argentina estaba acostumbrada hasta acá a los Frentes de identidades muchas veces colisionantes con rápidos finales, o cómo ocurre en Córdoba, alianzas con un partido dominante que define todo; y es con ese criterio que habitualmente se analizan las posibilidades electorales, y es desde ahí de donde se aplica el concepto de «ambulancia», tan gastado en política, que tiene que ver con «robar» adeptos del opositor volcando la balanza en beneficio propio; sin embargo Llaryora, mientras se esmeraba en gestionar y lo usaba en beneficio electoral desplegó una serie de acuerdos y de proyectos que fueron deviniendo en coincidencias estructurales con dirigentes afines a otras fuerzas políticas, o directamente opositores al actual gobierno provincial, y finalmente en estas coincidencias electorales que hoy presenta el flamante Hacemos Unidos por Córdoba.
Por eso Llaryora ya ganó, porque más allá de la elección para Gobernador está logrando quedarse con la porción de poder político más importante de la provincia por sobre opuestos que aún se desviven en resolver cómo sumarán votos, y además, resta sumar al análisis, estos logros de construcción política le están resultando positivos también en el frente interno, que los hay en todos los partidos políticos, porque también hacia adentro los aciertos operan como niveladores de liderazgos.
Mientras tanto en la vereda de enfrente, en Juntos por el Cambio, también hay un gran ganador, aunque no se imponga en ninguna elección, es Rodrigo De Loredo; el Diputado nacional que con poco más de cuarenta años, muy joven para la política argentina actual, en menos de diez años está logrando quedarse con el máximo poder de la Unión Cívica Radical de Córdoba y con el control de la coalición a nivel provincial.
Hasta 2015 De Loredo era un legislador provincial más, sin poder partidario, sin proyección nacional, y aún acarreando un sesgo familiar, ser yerno de.
Desde entonces fue precandidato a Intendente, funcionario nacional, comenzó su proyección fuera de la provincia, consiguió espacios partidarios y en 2021 llegó su primer gran logro consiguiendo la diputación nacional y la primera gran difusión de su imagen a nivel provincial, y nacional.
Para este turno electoral el reto parecía ser la candidatura a gobernador, sin embargo el dirigente radical supo utilizar el momento de máxima exposición pública para terminar de construir su liderazgo provincial y su máxima proyección nacional, y hoy ya nadie duda de que es el dirigente de la Unión Cívica Radical de Córdoba mejor posicionado para todas las elecciones futuras, y lo mismo ocurrirá de cara al futuro de la coalición que integra su partido, o que pueda conformar, en Córdoba De Loredo ya no tendrá que discutir su liderazgo con ningún otro dirigente, como ocurrió en esta oportunidad con Luis Juez.
Por eso, independientemente del resultado de las elecciones municipales donde es candidato a Intendente, Rodrigo De Loredo ya ganó, se quedó con el máximo de poder que podía conseguir y se convierte en el líder indiscutido de la oposición en Córdoba.
Sin embargo falta un dato que todavía no se termina de dimensionar, y que relativiza todo lo dicho hasta acá de los logros de Rodrigo De Loredo, aunque no tiene nada que ver con él; y el dato es la aparición en la política de Córdoba de los Radicales Auténticos, algo que aún muchos no terminan de advertir en su justa dimensión pero que se trata de un espacio que crece día a día a pasos agigantados, que tendrá a la Vicegobernadora de la provincia, Myrian Prunotto, al conductor de la ciudad de Córdoba, Andrés Torres como legislador, y que tendrá otros dirigentes de peso en lugares importantes a nivel provincial y municipal.
Los Radicales Auténticos desde los gobiernos provincial y municipales varios, están dispuestos a dar batalla por la Unión Cívica Radical de Córdoba; de la misma manera que se distanciaron de la conducción de la UCR por sus malos manejos no van a aceptar ser separados de su partido y, con el poder en la mano irán por todo; no es un dato menor y es para que todos lo tengan en cuenta a partir de 2024.
Finalmente es el turno de Luis Juez, lo analizado hasta acá no significa que al líder del Frente Cívico le vaya mal, ni mucho menos que sea un perdedor, los liderazgos de Martín Llaryora y de Rodrigo De Loredo son las resoluciones naturales de las vidas internas de sus partidos, mientras que lo de Juez sigue siendo un fenómeno de la política cordobesa, e incluso nacional, con un dirigente prácticamente unipersonal que se supo construir a si mismo hasta posicionarse en los primeros planos de la política de Córdoba y del país.
Luis Juez seguirá siendo Senador nacional, uno de los cargos más preciados de la política en cualquier parte del mundo, con posibilidades de tener protagonismo en la mayoría de las discusiones políticas, con la posibilidad de aspirar a un lugar en un futuro gabinete nacional, y con una presencia en la política de Córdoba que no es dominante sólo porque no tiene detrás un partido que lo respalde de la envergadura del Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical; por eso Juez hace todo lo que puede y no sale perdidoso, logra mantener, y con creces, su capital político provincial y nacional.