La dirigente radical Myrian Prunotto se fue convirtiendo de menor a mayor en la dirigente de la UCR de Córdoba más sobresaliente a la hora de reclamar espacios y participación.
Destacando a partir de la gestión como Intendente de su ciudad, Estación Juárez Celman, Prunotto comenzó a lograr un reconocimiento más amplio debido a su permanente gestión y ha los logros que comenzaban a concretarse; pero además, a partir del lento inicio de la cuestión electoral, cuando comenzaba a establecerse que Luis Juez sería candidato a Gobernador de Juntos por el Cambio, la dirigente radical tuvo los primeros despliegues de esta etapa, comenzando a reclamar participación en las decisiones, espacios de decisión para las mujeres dentro de su partido y para los intendentes del interior, eternamente postergados, y estos reclamos también comenzaron a otorgarle una visibilidad que fue creciendo.
Así Prunotto pasó de una primer etapa de reclamo ante las instituciones de la UCR de Córdoba a declaraciones periodísticas y en cuánto foro podía hacerse oír; y también comenzaron a llegar las denuncias hacia una estructura partidaria que silenciaba, o al menos ignoraba sus reclamos y el de muchos otros dirigentes del interior que terminaban muriendo en silencio y olvido.
Y a medida que transcurrían los meses y se acercaban los tiempos electorales, la Intendenta del norte cordobés incrementaba su esfuerzo y conseguía logros importantes como gestora de su ciudad, como el Campus Norte de la Universidad Nacional de Córdoba; pero también avanzaba en la realidad interna de su partido, convirtiéndose en vocera de cada vez más radicales que coincidían en sus denuncias de que la UCR de Córdoba «es manejada por tres familias», de que «deciden todo entre cuatro paredes», y principalmente de que los intendentes y Jefes Comunales del interior, los verdaderos artífices del poder territorial del radicalismo en Córdoba, porque son los que conseguían los votos, son los más postergados; y así, de a poco, Prunotto comenzaba a ganar adeptos puertas adentro de la Unión Cívica Radical, seguidores que la empezaron a ver como un referente interno a la hora de reclamar participación.
Pero sin dudas otro de los hitos de la dirigente radical fue cuando dijo que si la querían a obligar «a votar a un peronista» (por Luis Juez como candidato de Juntos por el Cambio), prefería elegir ella «a qué peronista votar»; aquella expresión que en ese momento quizás sólo fue una chicana política, mostraba por primera vez a a una dirigente que, ante la falta de respuestas y espacios de participación, se atrevía a desafiar a las autoridades de su partido y hasta «amenazar» con tomar decisiones propias; quizás fue ahí cuando Prunotto comenzó a ser definitivamente la líder de un espacio que exige la renovación de su partido y que toma decisiones por fuera de las que puedan tomar sus autoridades partidarias.
Luego vino la definitiva consagración de la Intendenta como ejemplo de gestión, con logros importantes para Juárez Celman y su zona, que se completó cuando fue parte del grupo de intendentes que fundaron el primer Ente Intermunicipal de la provincia para encarar mejoras para sus municipios, consagración que llegó a su máxima expresión cuando sus pares la eligieron presidenta de la entidad que acababan de fundar, contando con un gran apoyo del Intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora.
Pero además, aquello que comenzó casi de manera anecdótica con Prunotto diciendo que si había que elegir a un peronista como Gobernador de la provincia ella iba a decidir cuál sería ese peronista, se fue convirtiendo en realidad de la mano de otra de sus banderas en su lucha interna en la Unión Cívica Radical cordobesa; la dirigente aseguraba que su partido se había acostumbrado a perder por más de veinte años, y que ella, que es una gestora, no quería perder, que ella quería gobernar para cambiar las realidades de sus vecinos; y ahí comenzó a tomar forma que si había que elegir a un peronista como próximo gobernador de Córdoba Prunotto no quería votar por Juez, y prefería elegir a Martín Llaryora, con quien venía coincidiendo en temas de gestión, con quién compartía responsabilidades en el Ente Metropolitano.
Sin embargo las cosas en su partido no habían cambiado nada, la UCR de Córdoba seguía prácticamente paralizada, a pesar de los reiterados reclamos de los dirigentes del interior, esperando a que finalmente Luis Juez fuera su candidato a Gobernador, nada de lo que dijeron Myrian Prunotto y otros dirigente los hizo cambiar de posición.
Y así llegaron al presente, cuando finalmente la dirigente radical de una pequeña localidad situada al norte de la ciudad de Córdoba realizó un acto partidario donde reunión a cinco mil radicales cordobeses que decidieron acompañarla en esto que comenzó como un reclamo y que ahora ya tiene nombre propio, «Radicales Auténticos Cordobeses»; todo indica que con ellos marchará a un encuentro con las fuerzas que componen Hacemos por Córdoba, más otros sectores que también están llegando como el de Prunotto, para conformar la nueva alianza que intentará gobernar la ciudad de Córdoba, que tendrá a la dirigente radical como protagonista, sin perder su identidad partidaria, consiguiendo los espacios de participación que siempre reclamó, y gestionando, que según ella misma dice «es lo que mejor se hacer y lo que me apasiona»